Objetivos



El objetivo prioritario del Partido Regionalista de Cantabria es contribuir a crear y desarrollar las condiciones necesarias para el afianzamiento y progreso de Cantabria.


Queremos participar democráticamente en la determinación de la política municipal, regional, nacional o comunitaria y en la formación de la voluntad política de los ciudadanos y las ciudadanas, promoviendo su participación activa en las instituciones representativas de carácter político.


Así mismo consideramos como meta fundamental la conservación y promoción de los valores y tradiciones culturales que constituyen el patrimonio histórico de la identidad de Cantabria.


Si el Regionalismo fue y sigue siendo nuestro primer compromiso político, la Autonomía fue la primera reivindicación del PRC para Cantabria. Desde sus orígenes, el Partido Regionalista ha reivindicado la consecución de las mayores cotas de autogobierno, desde el convencimiento de que en los países desarrollados la democracia debe servir para acercar el Gobierno y la Administración al pueblo, un convencimiento que nos llevó a postular el régimen autonómico como un medio idóneo para conseguir ese acercamiento.


Es más, el propio nacimiento del PRC se produjo con la finalidad inmediata de participar en las elecciones locales y regionales celebradas en España en 1979, para introducir en las mismas el planteamiento de la autonomía como uno de los objetivos políticos básicos para el desarrollo futuro de Cantabria.


El PRC siempre ha defendido que Cantabria debe disponer del máximo nivel de autonomía, por lo que entiende que la Comunidad Autónoma debe alcanzar el máximo nivel de descentralización política que permite la Constitución.


Durante mucho tiempo, en Cantabria se incumplió el objetivo constitucional de dotar a todas las comunidades autónomas de un nivel similar de autogobierno. Por este motivo, el PRC, que había sido el impulsor de la autonomía de Cantabria, no apoyó el texto del Estatuto de Autonomía en el momento de su aprobación, en 1981, ni la reforma efectuada en 1994. En ambos casos, entendimos que se estaba privando a nuestra región de su legítimo derecho a un pleno autogobierno, en cuya defensa hoy seguimos comprometidos.


La reforma del Estatuto de Autonomía que entró en vigor en enero de 1999 estableció por fin los mecanismos para que Cantabria pueda avanzar en la senda autonómica. Sin embargo, el objetivo no está ni mucho menos cumplido, pues aunque contamos con los instrumentos aún tenemos por delante el reto de conseguir el pleno desarrollo de todas las posibilidades que el Estatuto recoge.


Como una de las entidades que conforman la realidad plurinacional de España, Cantabria tiene derecho al mayor nivel de autogobierno posible. Así lo hemos entendido siempre desde el PRC y por ello seguimos definiéndonos como un partido cuya finalidad esencial es la defensa, el progreso y la aplicación de la autonomía de Cantabria en el marco de la solidaridad más estrecha con todas las regiones y nacionalidades del Estado español.


El Partido Regionalista de Cantabria ha luchado siempre por mantener viva la llama de la necesaria honradez en la vida política. La ética y la bandera de la honradez han sido y son uno de nuestros principales activos.


Los regionalistas entendemos que es necesario ilusionar a los ciudadanos con un partido que, junto a su indudable identidad regional y su lucha por las mayores competencias para esta tierra, apuesta por una política transparente, un partido limpio y una clase política diáfana.