
El Grupo Municipal Regionalista en el Ayuntamiento de Santander ha rechazado el presupuesto para 2026 y ha presentado una enmienda a la totalidad por tratarse de un documento que "carece de ambición en inversiones reales y transformadoras" y supone una "subida encubierta de impuestos" que condenan a la ciudad "al inmovilismo, la precariedad en servicios públicos y el abandono de los barrios".
Su portavoz municipal, Felipe Piña, ha señalado que aprobar las cuentas para el próximo año, "incluso de manera parcial", sería aceptar un "presupuesto opaco", con "clientelismo", y asumir la subida de impuestos, lo que le haría "partícipe" del estado actual de la ciudad y de la decadencia "que ha provocado Gema Igual".
Tras registrar la enmienda, ha criticado que mientras se mantienen "gastos millonarios sin control" y "se hipoteca" el futuro con un préstamo de más de 27 millones de euros "sin justificación clara", las necesidades básicas de los santanderinos siguen sin atenderse y se perpetúa un modelo de ciudad "frágil, irresponsable y alejado de la participación ciudadana". Así, el presupuesto "repite los errores de años anteriores" con "grandes anuncios, pocos resultados y una gestión alejada de las necesidades reales de los santanderinos". "Los barrios se deterioran y los servicios externalizados crecen sin mejoras visibles", ha lamentado.
En primer lugar, el regionalista ha subrayado la baja ejecución "crónica" que arrastra el Ayuntamiento desde hace años y que en el ejercicio de 2024 fue inferior al 30% en el Capítulo6. Esta situación provoca que "apenas un 20%" de las inversiones previstas acaben materializándose, como la partida asignada para cubrir parques y jardines que vuelve a tener un crédito de 700.000 euros "sin que se haya cubierto ninguno desde hace un lustro". Las mejoras en viales, la renovación de espacios y los planes de movilidad también se repiten cada año "sin ejecución ni resultados".
Además, cerca del 70% del presupuesto para el próximo año se destina a sufragar costes fijos entre los que se encuentran los "grandes contratos" relacionados con la externalización de "servicios básicos" como la limpieza, el mantenimiento de itinerarios mecánicos, la recogida de basuras o la atención domiciliaria. Es decir, que en 2026 solo se consignará un 30% a políticas municipales propias, lo que para el portavoz del PRC "restringe la capacidad del Ayuntamiento para innovar o impulsar nuevos proyectos transformadores".
En cuanto a las inversiones, el líder de los regionalistas en la capital ha señalado que, pese a que hay un "supuesto aumento" en la inversión, solo una mínima parte se destina a proyectos "realmente trascendentes" y que la mayor parte del montante va a "parcheos" de infraestructuras ya comprometidas o a continuar proyectos antiguos. A modo de ejemplo, ha enumerado los 240.000 euros extra para remodelar los Jardines de Piquío, los 1.100.000 euros para la duna de Zaera por su falta de mantenimiento, la "eterna" renovación de la Colonia del Mar y de Pronillo, la creación de microespacios, que conservan una asignación de 25.000 euros y que fueron anunciados hace cinco años o la cubierta del parque de las Llamas por 700.000 euros.
Asimismo, ha resaltado "notables ausencias" como la creación del vial de Corcho, "que lleva 30 años de espera"; el soterramiento de Marqués de la Hermida y la construcción de un centro cívico en Peñacastillo, ambos prometidos por la alcaldesa en campaña; el desarrollo del Plan Director de General Dávila, cuya siguiente fase se ha quedado sin cuantía económica este año, o la ampliación de Las Llamas y del PCTCAN, entre otros. Tampoco hay fondos para recuperar el patrimonio local como los galeones de Vital Alsar o el Centro del Litoral de La Maruca. En cambio, se consigna cerca de un millón de euros en comunicaciones y 150.000 € en participación ciudadana, a pesar de que esta "no existe en el Ayuntamiento de Santander desde hace años".
En empleo y juventud, las partidas son "simbólicas" y existe una "ausencia manifiesta" de una apuesta por la vivienda asequible, el comercio local y las políticas sociales. Así, ha destacado la construcción de 281 viviendas protegidas en El Alisal mientras cientos de solares continúan vacíos y degradados en el centro de la ciudad o el gasto continuado en alquileres municipales, con más de 650.000 euros al año pese a disponer de numerosos inmuebles municipales vacíos o infrautilizados. Todo ello acompañado de "partidas difusas y gastos genéricos" (al concepto de ''gastos diversos' se destina un total de más de 1,5 millones de euros en diferentes capítulos) que evidencian un presupuesto "más centrado en la imagen que en los problemas de fondo" de Santander.
Respecto a los ingresos previstos, ha denunciado la "gran dependencia" de los recursos externos – las transferencias del Estado y las del Gobierno de Cantabria suponen el 65% del total – y el aumento de la recaudación en impuestos, que crecen hasta los 89.854.116 euros después de una subida del 11% en los presupuestos vigentes. En este sentido, Piña ha vuelto a desmentir las afirmaciones de la alcaldesa, quien "presume de tener los impuestos más bajos de España". "La única realidad es que aumenta la presión fiscal mediante subidas selectivas y aplicación de tasas que incrementan la recaudación pero que no se traducen en una mayor inversión en servicios o proyectos para la mejora de la ciudad y la vida de los santanderinos", ha señalado.
Asimismo, ha acusado a los 'populares' de utilizar como "comodín" los ajustes técnicos y créditos extraordinarios para la redistribución presupuestaria, lo que revela un "fallo estructural" en la planificación del gasto público y hace que se termine imponiendo el "criterio discrecional" de la Alcaldía sobre la rendición de cuentas.
También ha reprochado la "opacidad institucional" con la que la alcaldesa ha presentado las cuentas del ejercicio próximo, priorizando a los medios de comunicación al resto de grupos políticos, un "modus operandi" que demuestra que la alcaldesa "prioriza los titulares a la negociación real", así como el "incumplimiento reiterado" de los acuerdos plenarios y el "uso "partidista" de la mayoría absoluta para rechazar sistemáticamente todas las propuestas que su Partido lleva a los Plenos con el objetivo de mejorar la vida de los santanderinos.
De esta manera, el portavoz de los regionalistas ha considerado que el presupuesto representa otra "oportunidad perdida" para consolidar un modelo de ciudad "planificado y coherente" y confirma un esquema administrativo basado en "la improvisación, el clientelismo y la opacidad institucional". "Santander necesita menos marketing y más políticas, menos promesas y más gestión y hechos. En definitiva, un presupuesto que se parezca a la ciudad que los vecinos necesitan y demandan", ha finalizado.