El presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, ha opinado hoy que una participación superior al 70 por ciento del electorado en las elecciones autonómicas catalanas del próximo domingo “pincharía el globo” del independentismo y propiciaría que “determinados perdedores desaparezcan de la esfera política y aparezcan otras personas, aquí y en Madrid, que abran una vía para taponar” un problema que “puede tener solución a poco que haya personas sensatas”.
“Si los ciudadanos se dan cuenta de aquí al domingo de lo que nos estamos jugando, que no es una broma, podemos desinflar este globo”, ha asegurado durante la conferencia sobre la situación económica y política que ha pronunciado este martes en Barcelona, invitado por empresarios vinculados a la plataforma ‘¿Cataluña sin Europa? ¡No!’ y celebrado en el Círculo Ecuestre de la ciudad condal.
Revilla ha asegurado que la clave de estas elecciones estará “única y exclusivamente en el porcentaje de votantes”, porque en Cataluña “los independentistas de verdad sobre el total de la población no llegarán al 30 por ciento”, y ha confiado en que esa participación se produzca para evitar “el suicidio” que supondría el triunfo de los partidos soberanistas.
Para ello, también ha abogado por “cambiar el discurso” y buscar vías de entendimiento entre la comunidad catalana y el Estado con nuevos interlocutores, porque a su juicio el actual presidente español, Mariano Rajoy, y el catalán, Artur Mas, “no tienen arreglo”.
En este sentido y dado que el “inmovilismo” de Rajoy “no va a ningún lado”, ha asegurado que “probablemente” será necesario modificar la Constitución para “buscar un encaje lingüístico, de financiación y reconocimiento de la singularidad de Cataluña”.
Del mismo modo ha criticado la posición de Artur Mas, quien a su juicio ha entrado en “una vía de difícil marcha atrás” y que puede conducir a la comunidad catalana a “un auténtico desastre”, si el domingo consigue la mayoría la candidatura en la que se han unido los partidos soberanistas, a la que se ha referido como “un vuelo charter de 68 señores” que sólo tienen en común su rechazo a continuar en España.
Revilla ha destacado que en esa candidatura conviven políticos con posiciones “incluso más liberales que Colbert” con otros de tendencia “marxista leninista”, por lo que su posición en el futuro Parlamento catalán puede ser “antológica” cuando haya que tomar decisiones de trascendencia para los ciudadanos, como la subida o bajada de impuestos. “Los hay que están en las antípodas, por lo que habrá que ver quién puede gobernar ese vuelo charter”, ha recalcado.
El presidente cántabro también ha señalado que la Unión Europea “no puede consentir” la independencia de Cataluña por el “efecto contagio” que esa situación podría tener en otros países y ha advertido de las consecuencias económicas de la salida de la Unión, por su repercusión sobre el comercio, la inversión empresarial y la financiación. Además, ha recordado que, sin el amparo del Banco de España y el Banco Central Europeo, el bono catalán estaría en este momento “al borde del bono basura”.
Asimismo, ha considerado que Cataluña no se encontraría en la situación actual si no se hubiera producido la crisis económica, durante la cual su evolución ha sido peor que la media nacional, con recortes del gasto público en educación y sanidad del 12 y el 14 por ciento, respectivamente, una caída del poder adquisitivo de los catalanes que “casi ha duplicado” la del resto de España y un crecimiento de la deuda que ha alcanzado los 64.000 millones de euros, de los cuales casi la mitad se han incrementado durante el mandato de Mas.
En estas condiciones, Revilla cree que los políticos catalanes “se han agarrado al enemigo exterior” y han utilizado “los sentimientos primarios y la identidad catalana, que existen y son lógicos” para “tratar de justificar con información sesgada una gestión que ha sido peor a la del resto de España”.
No obstante y ”más allá de la locura de un gobernante”, ha indicado que la “desafección” de Cataluña con España “tiene más de un culpable” y no sólo ha criticado el “inmovilismo” del Gobierno español en manos del PP, sino que también se ha confesado “perplejo” ante las posiciones que mantienen determinados medios de comunicación “auténticamente carroñeros que desde Madrid intentan hacer de la lengua catalana un problema”.
INFORMA: GABINETE DE PRENSA. GOBIERNO DE CANTABRIA
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