El secretario general del PRC y ex presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, ha considerado hoy “gravísimas” las insinuaciones del presidente regional, Ignacio Diego, sobre la presunta falta de obras de arte del despacho presidencial, porque entrañan “muchísima maldad” y sólo pretenden tapar “la inoperancia” del actual Gobierno, ante la cual se ha declarado “muy preocupado”, porque los síntomas de sus 100 primeros días de mandato son “horrorosos”.

Revilla ha comparecido en rueda de prensa con los objetos personales que se llevó a su marcha del Gobierno, a los que se ha referido como un “Van Gogh, un Velázquez y un cuadro anónimo” y que son un dibujo que le dedicó un niño de 5 años, otro retrato regalo del dibujante Andy por su cumpleaños y un corcho enmarcado que utiliza como soporte de su agenda desde 1983.

De este modo, ha puesto de manifiesto el “infundio” y la “calumnia” que se esconden tras las declaraciones realizadas por el presidente sobre las alcayatas sin cuadros y las diferencias de color en la pared que encontró en su despacho y que vinculó con las 212 obras de arte que el Ejecutivo no sabe dónde se encuentran, según denunció el pasado lunes en el Parlamento una diputada del PP.

“Tiene una obsesión por mí preocupante”, ha respondido a Diego el líder regionalista, quien le ha reprochado que intente “tirar la piedra” y “levantar la sospecha” en su contra, cuando –ha agregado- “de lo único que puedo presumir en esta vida es de la honradez absoluta, porque sería incapaz de llevarme un euro que no fuera mío”.

Además, se ha mostrado “sorprendido” por que “un infundio” de “esta maldad” provenga de una persona que “luego no tiene ningún empacho en ir a comulgar y declararse católico”. “No me cabe en la cabeza”, ha precisado.

Revilla ha explicado que hay tres funcionarios, sus secretarios durante su mandato al frente de la Presidencia, que pueden dar fe de lo que había en el despacho y ha precisado que si llega a dejar allí sus cuadros personales habrían corrido la misma suerte que sus puros.

Asimismo, ha criticado que el presidente “intente constantemente lanzar calumnias e insinuaciones” para crear la impresión de que los miembros del anterior Gobierno fueron “unos chorizos y unos manirrotos”, con el único fin de tapar la inoperancia de su propio Gabinete, que es –ha dicho- “la más absoluta que yo haya visto en ningún gobierno de los que ha habido en Cantabria”.

“La preocupación se palpa en la calle”

En este sentido, ha subrayado que en Cantabria hay “una preocupación enorme” y “se palpa en la calle”, porque después de anunciar “medidas extraordinarias para los 100 primeros días de gobierno, que iban a cambiar el rumbo de las cosas a mejor, no se ha hecho nada, y los datos que salen son cada vez peores”.

Revilla ha agregado que esa preocupación la sienten los empresarios que confiaban en el cambio de modelo productivo diseñado por el anterior Gobierno y vinculado a las energías renovables, que ahora se encuentra paralizado y los ha sumido en “el desánimo más absoluto”; y “se siente” también en Parayas, por la decisión de revisar los convenios con las compañías aéreas que allí operan y que generan 700 empleos.

Igualmente, ha destacado la situación de Comillas, donde “nadie sabe qué van a hacer” con el doble proyecto del Centro de Estudios Internacionales del Español y Colegios del Mundo Unido, y ha cuestionado la eliminación del slogan ‘Cantabria Infinita’ que hasta ahora ha presidido la presidido la promoción turística. “Están intentando eliminar todo aquello que provenga del anterior Gobierno”, ha precisado.

A su juicio, los síntomas de la labor del nuevo Ejecutivo tras sus 100 primeros días de mandato son “horrorosos”, por lo que ha pedido al presidente que olvide “la obsesión” que sufre con su persona “por el bien de Cantabria” y abandone “la calumnia” y “deje de entretener al personal”.

“La queja y la insinuación duran un tiempo, pero pasado ese tiempo los ciudadanos exigen obras, soluciones, trabajo e ilusión y eso es lo que yo no veo por ningún sitio, por eso estoy muy preocupado, como está muy preocupada la calle, donde ha cundido el desánimo con este Gobierno”, ha concluido Miguel Ángel Revilla.