PSOE y PRC tienen clara su postura para garantizar el futuro de Sniace: cambiar la deuda con el Ayuntamiento por préstamos participativos

La Corporación de Torrelavega deberá decidir, como acreedor que es de Sniace, que fórmula de las presentadas por la empresa elige. PP y ACPT piden tiempo para posicionarse

2 Marzo 2015
  • foto

    García Carmona y Ruiz Salmón en rueda de prensa

Al igual que el resto de acreedores de Sniace, el Ayuntamiento de Torrelavega deberá decidir antes del 20 de marzo a qué propuesta de convenio se adhiere para compensar la deuda de alrededor de 2 millones de euros que la empresa tiene con el Consistorio: la quita del 50% y el pago del 50% restante a partir del tercer año; la quita del 90% en las mismas condiciones que en la anterior opción; o los préstamos participativos, es decir, convertirse en “casi accionistas” de la empresa y vincular el cobro de la deuda al futuro de la empresa.

Para el PSOE y PRC, han afirmado Ruiz Salmón y García Carmona, la “postura está muy clara” y la fórmula “más factible” es la de los préstamos participativos porque en ella se “compatibiliza el interés público con el interés empresarial” y porque supone, han añadido, la “decisión más coherente” a la vista de la trayectoria del actual equipo de gobierno con un “apoyo claro y decidido” a los trabajadores y a la continuidad de la empresa.

La intención del equipo de gobierno, tal y como hoy se ha trasladado a los portavoces municipales, era debatir y aprobar esta propuesta en el Pleno convocado para mañana martes porque su apuesta “es clara y contundente” por la reapertura de la empresa y la reincorporación de los trabajadores. Sin embargo, han explicado la alcaldesa y el primer teniente de alcalde, “parece que los demás grupos no lo tienen tan claro y prefieren posponer esta decisión a un próximo pleno extraordinario”.

Respecto a la deuda, García Carmona ha explicado que en créditos ordinarios ronda los 300.000 euros; mientras que los créditos extraordinarios superan el millón de euros. De esas cantidades, el Ayuntamiento optaría por préstamos participativos el dinero correspondiente a créditos ordinarios, mientras que se ”desvincularía del convenio” en lo relativo a los extraordinarios con el fin de “mantener la autonomía” y posteriormente negociar con la empresa.