Hace años conocí a dos seres encantadores, tan encantadores como cualquiera de nosotros, como podría ser tu hermano o tu padre... Sólo con un pequeño matiz, estaban infectados por el virus del VIH. Convivieron con "el", era parte del día a día.

Parecía  que estaba  controlado, agazapado en algún lugar de su anatomía...dormido. Aprovechando este estado de apatía, ellos se movían a contrarreloj, buscando cómplices en la lucha, ayuda para aquellos que no estaban tan fuertes psicológicamente y no tenían medios para aplacar los síntomas, ni información para no seguir contagiando el virus.

Me preguntaron  si me quería unir a ellos, viajar a un lugar precioso por fuera y desinformado y falto de medios por dentro, que un granito de arena que yo pudiera aportar seria grande para ellos.

Ante esa situación no existía para mi una negativa, como lo hubierais hecho cualquiera de vosotros, me uní a ONUSIDA (Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH-SIDA), colaborando en el programa "CLARA", ayudando a pie de calle a enfermos de sida en Puerto Plata (Republica Dominicana).

Aquella experiencia, además de ser dura, viendo a niños inocentes, a mujeres desinformadas, fue enriquecedora, todavía recuerdo sus ojos, su miedo a lo desconocido... Una mujer me puso a su bebe en mis brazos para que "me lo llevara a mi tierra, donde seguro iba a tener una vida mejor"... Parece que está tan lejano, que eso "no te puede  pasar a ti"...y pasa.

Nadie esta exento de cruzarse con "él" en el camino, con esta terrible enfermedad que infecta a nueve personas cada minuto en el mundo y que en Cantabria padecen 665 personas, por eso necesitamos más que nunca concienciarnos ante el Sida, ponerle freno y sobre todo, poner medios e Información.

En la información esta el poder.

La iglesia ha dado un gran paso en el uso del preservativo, pero necesitamos que ésta avance con el resto de la humanidad. Por ardua que sea la lucha, tenemos que educar a la gente en la prevención y sobre todo enseñar a los ciudadanos a hablar del sida sin tapujos, como cualquier otra enfermedad, como la diabetes o incluso con la naturalidad con la que hablamos hoy en día del cáncer.

Hablar con nuestro hijos de cuales son las vías de contagio del sida, por sangre y fluidos, pero que podemos besar, abrazar y amar sin miedo a ser contagiados, es más, los enfermos de sida necesitan más que nunca el cariño, el acercamiento y el respeto de la sociedad. Hemos avanzado mucho médicamente hablando, pero socialmente seguimos dando pasos para atrás como los cangrejos.

Hoy en día tenemos muy controlado el virus, se puede tener una buena calidad de vida y una esperanza de esta de muchos años. Concretamente en Cantabria tenemos uno de los mejores Hospitales de España a nivel de tratamiento de esta enfermedad, nuestros asistentes sociales desempeñan una gran labor, pero necesitan nuestra ayuda.

Tenemos que hablar en las aulas, educar a nivel sexual a nuestros hijos, es nuestra "asignatura pendiente". Tenemos que seguir haciendo frente a ese virus, ese monstruo que campa a sus anchas por las venas, oportunista y venenoso.....silente.

Inma y Miguel Goyanes, donde quiera que estéis, va por vosotros.