Pedro García Carmona ha asistido a la Junta de Portavoces convocada por el PP para dar a conocer a los grupos de la Corporación en qué situación se encuentra la revisión del Plan General de Ordenación Urbana tras el anuncio realizado hace unos días  por el concejal de Urbanismo, Alejandro F. Berjano, (en rueda de prensa y sin informar previamente a los grupos) de que el equipo de gobierno iba a rescindir el contrato con la empresa encargada de dicha revisión.

García Carmona ha explicado que en esta reunión su grupo ha trasladado al equipo de gobierno su “malestar” por las formas y ha propuesto la celebración, en un plazo máximo de 15 días, de sendas reuniones con los técnicos municipales y con el equipo redactor para poder adoptar una decisión “objetiva y equilibrada” sobre qué hacer: rescindir o no el contrato.

El portavoz regionalista ha dicho que es “evidente” que hay que tomar una decisión pero se ha preguntado por qué, si para el  PP la falta de actividad es tan clara, no se ha realizado una valoración de daños y perjuicios para el Ayuntamiento; y por qué han tardado tanto tiempo en tomar una decisión. Especialmente, ha añadido, cuando según los técnicos la revisión lleva dos años casi parada.

En cuanto la retraso que puede suponer la revisión del PGOU en caso de que se decida la rescisión del contrato con el actual equipo redactor, García Carmona ha señalado que “discrepa” con el concejal de Urbanismo y que el retraso en la tramitación sería de, al menos, un año. En su opinión, hay que “quemar el último cartucho porque puede ser peor el remedio que la enfermedad” y porque, según informaciones a las que ha tenido acceso el grupo municipal, el equipo redactor podría tener los trabajos finalizados en el plazo de año y medio.

Por último, el portavoz regionalista ha lamentado que el equipo de gobierno del PP, por razones que desconoce, no haya mantenido informados puntualmente a los grupos de la Corporación de una situación por la que se preguntaba en cada Gerencia de Urbanismo y que puede tener consecuencias económicas “imprevisibles” y perjuicios para Torrelavega.