Los cuatro concejales del Grupo municipal regionalista han registrado esta mañana en el Ayuntamiento de Santander las alegaciones al Plan General de Ordenación Urbana, con la intención de que esta nueva revisión del documento, que “tiene ya una demora de cinco años”, no se limite a la “mera corrección de errores” a la que obligó la Comisión Regional de Ordenación del Territorio y Urbanismo (CROTU), sino para que se le dote de la “riqueza, voluntad de consenso y apertura de miras que no ha tenido hasta la fecha”.
Así lo ha explicado el portavoz de los regionalistas en el Ayuntamiento de Santander, José María Fuentes-Pila, quien desea que la nueva estructura del Plan permita “resolver y dar salida a las necesidades inmediatas de Santander y los santanderinos”, que están viviendo, según sus palabras, “una situación cronificada no ya de crisis económica, sino socioeconómica”. “Este Plan es una celda de encarcelamiento más que un motor de futuro”, ha enfatizado el portavoz.
El objetivo de los es que el equipo de Gobierno se muestre favorable a “reflexionar y debatir” con el objetivo de “mejorar significativamente el Plan”, por lo que ha pedido “responsabilidad” ya que está en juego “el futuro de Santander”.
Cuatro ejes
Las alegaciones de los regionalistas se estructuran en cuatro ejes. El primer de ellos plantea la necesidad de que el frente marítimo sea un “frente marítimo abierto, evolutivo”. En este sentido, solicitan un “diagnóstico de necesidades y participación ciudadana, que hasta el momento se ha hurtado en la definición del modelo de ciudad”. Para Fuentes- Pila, existe un “desequilibrio muy importante” entre la actuación que se va a realizar entre el Paseo Pereda y San Martín y las “necesidades brutales” de redifinición de la ciudad en la zona de Castilla Hermida, emplazamiento en el que han reiterado la necesidad de un centro cívico polivalente, un aparcamiento en superficie y zonas verdes que “faciliten el cambio de escenario de lo que es Castilla Hermida”.
En segundo lugar, las alegaciones registradas hoy solicitan la ejecución de un Plan de rehabilitación integral de la ciudad. En palabras del portavoz regionalista, “no puede ser que la ciudad se configure en barrios inconexos, como si cada uno fuera una ciudad independiente”. Así, defienden que el PGOU permita la “equidad en la accesibilidad a los servicios”, promueva oportunidades y convivencia ciudadana y solucione las necesidades y las carencias que tienen muchos barrios.
Que el tejido productivo se adecúe a las nuevas tecnologías y los nuevos desarrollos es el objetivo del tercer eje. En este punto, y pese a la actual situación económica, los regionalistas defienden la importancia de que se consolide tejido productivo para que “en un futuro no veamos esa posibilidad hurtada”.
El último eje aglutina las alegaciones sobre accesibilidad, movilidad, reordenación ferroviaria y política de vivienda, entre las que se incluyen actuaciones de peatonalización transversal, aparcamientos disuasorios, construcción de carriles bici y la petición de que una de cada dos viviendas que se construyan esté sometida a algún régimen de ayuda.
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