El portavoz del Grupo Parlamentario Regionalista, Rafael de la Sierra, ha puesto en evidencia al Partido Popular por apoyar y defender los recortes en educación y sanidad impuestos por el Gobierno de Mariano Rajoy cuando “hay otras alternativas” y después de conocer, este mismo lunes, que el auténtico problema de la economía española “no es la deuda pública, sino la deuda privada y su cobertura por las entidades financieras”.

De la Sierra ha defendido en el Pleno del Parlamento una proposición no de ley para instar al Ejecutivo de Ignacio Diego a presentar un recurso de inconstitucionalidad contra los decretos de la Administración central que reducen en 10.000 millones de euros la inversión pública en educación y sanidad, al considerar que limitan “de manera inaceptable e indebida” los derechos de los ciudadanos, que algunos de sus preceptos no están legitimados por la urgencia y que vulneran la distribución de competencias, tal como está establecida en la Constitución y en el Estatuto de Autonomía.

De la Sierra ha calificado los efectos de dichos decretos como “un expolio” de los derechos ciudadanos, ya que imponen “sacrificios enormes a personas que lo están pasando muy mal” y lo hacen sabiendo que achacar el problema de la economía española a la deuda pública, y en especial al gasto social, es “una gran mentira”.

“Hoy, cuando ha habido que justificar socialmente la entrega de decenas de miles de millones de euros a la banca, aparece como una gran sorpresa el hecho de que el auténtico problema de la economía española no es la deuda pública, sino la deuda privada y su cobertura por las entidades financieras”, ha explicado.

Asimismo, ha recordado que la deuda bancaria “se dispara” como consecuencia de la falta de actividad económica, el aumento del paro y la incertidumbre sobre el futuro, razón por la que “ya se está imponiendo en Europa la tesis de que la solución no reside exclusivamente en recortes”.

El portavoz regionalista también ha recordado que el gasto social genera actividad económica y capacidad de consumo, mientras que la política basada exclusivamente en la restricción del gasto es “equivocada, peligrosa y anticíclica” y, además, “no está dando ningún resultado”.

En consecuencia, ha abogado por detener esos recortes y hacerlo “rápido” para que no resulten irreversibles a medio plazo.

Aunque en su intervención tendió la mano con la pretensión de que la iniciativa fuera aprobada por unanimidad, los diputados del PP impusieron un lunes más su mayoría absoluta para rechazar la medida y volvieron a defender los recortes en educación y sanidad, en contra de todo lo que defendían hace apenas un año y de su propio programa electoral.