La portavoz del PRC en el Ayuntamiento de Polanco, Rosa Díaz, ha calificado hoy como “desolador” el estado de abandono que sufren las obras del pabellón polideportivo y ha considerado “evidente a simple vista” que no está ejecutado el 90 por ciento del proyecto pagado a la empresa adjudicataria.

Después de visitar las instalaciones, Díaz ha insistido en su “deterioro”, ya que los pavimentos de madera se encuentran levantados y la zona de climatización permanece desde hace meses inundada de lodo con más de 50 centímetros de altura, por lo que ha considerado “muy posible” que no funcionen los motores. Además, ha denunciado que faltan las calderas, las escaleras proyectadas en las gradas y las placas solares, mientras que la puerta principal instalada no es la prevista y no cumple con las medidas de seguridad.

Ante esta situación y dado que la oposición no cuenta en estos momentos con toda la información sobre lo ocurrido en torno a este el proyecto, el PRC forzó en el último Pleno, con el apoyo del PSOE, la constitución de la comisión de investigación cuya primera reunión tendrá lugar antes de que finalice enero, con el fin de clarificar la situación y depurar las responsabilidades que correspondan.

La concejala regionalista ha mostrado su temor ante la dimensión que pueden alcanzar las “irregularidades” detectadas en el proyecto, después de constatar que el Ayuntamiento “ha pagado dos veces” por la construcción de la cubierta del pabellón, cuyo coste final ha superado los 600.000 euros, cuando el presupuesto de adjudicación de toda la obra era de 2 millones.

En este sentido, ha precisado que la oposición aún no conoce quién autorizó la ejecución de modificados antes de su aprobación por el Pleno de la Corporación, ni por qué se suscribió un contrato de dirección de obra que ha resultado nulo porque “se saltaron el procedimiento de adjudicación”.

Asimismo, ha lamentado el “secretismo” del equipo de Gobierno en torno a otras irregularidades, como los embargos y reclamaciones de la Seguridad Social y Hacienda que pesan sobre la adjudicataria, las subcontratas que realizó, las certificaciones erróneas y su amenaza de abandonar la obra si no percibía un 10 por ciento más sobre la liquidación final.

Toda esta situación solo fue conocida el pasado mes de agosto, cuando el equipo de Gobierno planteó al Pleno la rescisión del contrato que había adjudicado en baja temeraria, con una subvención del Gobierno de Cantabria por importe de 1,5 millones y una aportación del Ayuntamiento por valor de 500.000.

“A día de hoy, hemos pagado el doble de esa cantidad”, ha lamentado la portavoz regionalista, quien también ha advertido que el Ejecutivo cántabro puede reclamar la subvención aprobada en la pasada legislatura si las obras no están finalizadas el próximo 31 de marzo, lo cual en este momento es “más que probable”.

Aunque el alcalde se ha comprometido a realizar gestiones para evitar que el Gobierno exija el reintegro de la subvención, Rosa Díaz ha destacado que no existe en este momento “ningún compromiso formal” al respecto.