El Partido Regionalista de Cantabria ha considerado “alarmantes y preocupantes” las cifras del paro en la Comunidad Autónoma que “aumenta” más que la media española, subrayando que “la reducción” del mes de julio “es sólo un espejismo coyuntural”.

El portavoz del Grupo Parlamentario Regionalista, Rafael de la Sierra, ha incidido en que la bajada del paro en el mes de julio “coincide” con lo ocurrido en Cantabria todos los años, “en que se produce una reducción transitoria del desempleo, por el incremento del sector servicios en verano”.

Sin embargo, Rafa de la Sierra ha hecho hincapié en que en el último año en la Comunidad Autónoma hay 7.000 parados más, produciéndose un incremento del 16% mientras que la media nacional es del 12%.

“El paro en Cantabria está llegando a unos niveles inadmisibles”, ha afirmado, y, sobre todo, son “extraordinariamente preocupantes porque en Cantabria van acompañadas de recortes sociales que han reducido enormemente las ayudas a las personas y a las familias”.

En este sentido, ha destacado “la reducción dramática” de la prestación social básica, “único ingreso en muchas unidades familiares de Cantabria”, ha sostenido.

Por ello, a su juicio, el paro se une a la situación de “pobreza extrema” que viven muchos cántabros “carentes de cualquier tipo de ingreso”.

El portavoz regionalista ha avanzado que “toda esta situación” produce “una mayor preocupación” en Cantabria porque “todos” los indicadores de actividad económica “caen de forma continua y por encima de la media española”.

Rafa de la Sierra ha denunciado que la bajada de: venta de vehículos, consumo hosteleros, comercio minorista o inversión está relacionada con “la falta de ideas” del Gobierno del PP que ha paralizado “los proyectos generadores de riqueza”, ha provocado “la inactividad en sectores clave de la actividad económica” y ha impuesto “recortes injustificados” en políticas “esenciales”.

Por último, ha insistido en que “por mucho marketing” que haga el Gobierno de Nacho Diego “no puede esconder” la realidad que demuestran “las consecuencias negativas de la falta de proyectos, del absurdo empeño por acabar con lo anterior, bueno o malo, y de recortar sin sentido, en sectores básicos o muy sensibles”.