El secretario general, Miguel Ángel Revilla, considera “bochornoso” que el presidente regional, Ignacio Diego, “se atreva a pedir la enhorabuena de los cántabros por el aumento del paro y la precariedad laboral y los recortes sociales que ha sufrido la Comunidad Autónoma desde que comenzó su mandato al frente del Gobierno”.

Revilla ha respondido de este modo al “triunfalismo y el engaño” que han guiado a su juicio el balance de gestión realizado esta mañana por Diego, a quien ha replicado que Cantabria “no está para felicitaciones cuando a día de hoy cuenta con 10.000 parados más y 20.000 trabajadores menos de los que tenía al inicio de la legislatura, en julio de 2011”.

“En lugar de felicitarse, lo que debiera hacer Ignacio Diego es pedir disculpas por todo el daño que ha infligido en estos cuatro años y que hará que los cántabros le recuerden en el futuro como el peor presidente de la historia de la Comunidad Autónoma”, ha recalcado.

En este sentido, ha calificado como “un auténtico despropósito” que el jefe del Ejecutivo se atreva a “presumir de gestión”, cuando en términos económicos la región no sólo ha visto aumentar el paro sino también la precariedad laboral, hasta el punto de que más del 90 por ciento de los contratos que se firman en la actualidad son temporales, en muchos casos “de apenas unos días” y con salarios “de auténtica miseria”.

El líder regionalista también ha hecho hincapié en “los terribles recortes sociales” que han sufrido los cántabros desde 2011 “a manos de los gobiernos del PP en Cantabria y en Madrid”, a los cuales “no les ha temblado la mano a la hora de reducir las inversiones y los recursos públicos que hasta su llegada al poder se habían destinado a cubrir las necesidades de los ciudadanos más vulnerables”.

Además, ha recordado “las subidas constantes de impuestos, en contra de todas las promesas electorales”, el cierre de empresas emblemáticas como Sniace o Saint Gobain y el “silencio cómplice y consentidor” que ha mantenido el presidente regional ante “injusticias” como la exclusión de Cantabria de los planes prioritarios de inversión del Estado y la Unión Europea, el abandono de las grandes obras  de infraestructura o la negativa de la Administración central a “cumplir su palabra y asumir en su integridad la financiación de Valdecilla”.

Para Revilla, todos estos incumplimientos no sólo ponen de manifiesto el “fracaso” de Ignacio Diego al frente del Gobierno de Cantabria, sino que además constituyen “motivo de vergüenza para el presidente”, por lo que le ha instado a “asumir su responsabilidad y abandonar el triunfalismo”, porque “por más que lo intente no va a conseguir engañar por segunda vez a los cántabros”.