El PRC celebra la “rectificación” en el vallado de obra de la Plaza de La Esperanza y pide “tomarse en serio” la seguridad de los vecinos y trabajadores

Los regionalistas pedirán explicaciones para conocer el motivo por el que se incumplió las normas de seguridad, recordando que hay una Concejala de Obras “a sueldo”, un Técnico de Prevención-Encargado de Obras y un Adjunto al Encargado de Obras

2 Abril 2015
  • foto

    Vallado de las obras: antes y después de la advertencia del PRC

El PRC de Colindres ha mostrado su satisfacción por la rectificación en el vallado de las obras que se vienen realizando desde hace un mes en el perímetro del parque infantil de La Plaza de La Esperanza. No obstante, solicitarán la explicaciones pertinentes para conocer el motivo por el que se ha incumplido las normas de seguridad, poniendo en riesgo a vecinos y trabajadores. En este sentido, recuerdan que todos los colindreses pagamos el sueldo de la Concejal de Obras, un Técnico de Prevención-Encargado de Obras y un Adjunto al Encargado de Obras, con lo que debiera ser suficiente para evitar este tipo de situaciones.

Hace apenas una semana, los regionalistas advertían de los riesgos existentes en las citadas obras, consistentes en la ejecución de unos pozos de un metro de ancho por un metro de largo y un metro de profundidad, para la instalación de una cubierta.

En concreto, señalaban un “riesgo potencial a terceros elevado”, sobre todo a niños, dado el ineficaz cerramiento instalado el cual, además de no cubrir completamente el perímetro habiendo zonas con cinta de obra, tenía poco mas de un metro de altura, con lo que suponía que la invasión por parte de cualquier pequeño estuviera garantizada. Todo ello se agravaba con la inexistencia de ningún tipo de señal de advertencia, peligro, prohibición.

El problema se agravaba con la existencia de más de once pozos de las características anteriormente descritas siendo un “perfecto lugar” para que cualquier niño “cayera” en ellos, al no estar tapados, con los consiguientes daños que pudiera causar a los mismos y que, solo dependiendo del azar, serían más o menos graves. También se advertía de las baldosas retiradas apiladas de una forma incorrecta formando unas perfectas lajas que, ante el juego de los menores, podrían deslizarse golpeándoles severamente.

Por todos estos motivos, se recordaba a los responsables municipales de la “obligatoriedad” de cumplir la Ley de Riesgos Laborales, así como los Reales Decretos que la desarrollan, pues además de exponer a accidentes a sus propios trabajadores lo realiza “colateralmente” a terceros y usuarios.