El Partido Regionalista de Cantabria aspira a convertirse en las próximas elecciones autonómicas en la formación política de referencia en la región para garantizar una acción de Gobierno "eficiente, solidaria, regionalista, reivindicativa, honrada y austera". "Queremos que el Gobierno de Cantabria desarrolle unos objetivos y programas que respondan más adecuadamente a las prioridades y a la forma de gobernar característica del PRC, que mantenga sin retrocesos la política de bienestar social, de solidaridad y atención a las personas más desfavorecidas, de inversión pública y de apuesta por las nuevas tecnologías y la sociedad del conocimiento".

Este propósito está recogido en la ponencia política que el vicesecretario general, Rafael de la Sierra, defenderá el domingo en el X Congreso Regional, con el objetivo fundamental de reafirmar los principios ideológicos del partido y postular, como principal novedad, su concurrencia a las elecciones generales, con el fin de contar con presencia en las Cortes y asegurar así que el Estado "cumple con Cantabria".

De la Sierra plantea esta propuesta a la vista de "algunas decisiones sobre la programación de las obras del Estado, condicionada en muchas ocasiones por criterios de influencia de grupos políticos, colectivos u órganos de gobierno de las Comunidades Autónomas", que hacen "necesaria" la presencia del PRC en las Cortes Españolas.

Junto a estos retos, apunta también la necesidad de perfeccionar la organización del partido, "estableciendo cauces de comunicación fluidos, estables y eficaces entre todos los órganos, y entre ellos y los cargos públicos", y responder a las necesidades y problemas económicos y funcionales de los ayuntamientos y las juntas vecinales, promoviendo "en Cantabria y en Madrid" la reforma de la Administración Local.

Diferencia respecto a otros partidos

A su juicio, estos objetivos deben ser asumidos a partir de los principios que han distinguido al PRC desde su fundación: "el regionalismo, el espíritu reivindicador, la solidaridad y el sentido común como sistema para establecer prioridades, la inversión en obra pública como modo de afrontar el desempleo y crear infraestructuras de progreso, la eficacia y la eficiencia de la acción pública, la defensa de los intereses de Cantabria, la apuesta por la estabilidad y la normalización de la vida institucional y la honradez y la austeridad en el ejercicio de la función pública".

De la Sierra hace especial hincapié en el compromiso regionalista con la honradez, que el Congreso del próximo domingo plasmará en una modificación de los Estatutos encaminada a incluir como causas de expulsión del PRC la condena por prevaricación, malversación, negociación prohibida, tráfico de influencias, cohecho o cualquier otro delito cometido en el ejercicio del cargo público. Además, se contempla la expulsión por transfuguismo y por aceptar cargos públicos sin la conformidad del partido.

Estos postulados son, para el vicesecretario general, los que diferencian al Partido Regionalista del resto de las fuerzas políticas y constituyen el mejor modo para afrontar la crisis económica, con los objetivos de gobierno, de inversión, de empleo y de política social que desarrollan en el resto de las ponencias que debatirá y aprobará el X Congreso Regional.

También considera De la Sierra que la crisis que sufre la clase política, "más desacreditada que nunca en la valoración ciudadana", exige "poner en valor principios básicos de la filosofía regionalista, como la austeridad, la cercanía a los ciudadanos, la ausencia de extremismos, el sentido común y la búsqueda de la unidad en objetivos comunes".

"En nuestros casi 35 años de historia, no sólo hemos demostrado que somos necesarios, sino que nos hemos convertido en imprescindibles. Ahora debemos hacer valer lo que hemos conseguido por esta tierra y reiterar que fuimos los principales detentadores de la voluntad popular que pedía autonomía; fuimos los que demostramos que efectivamente el hecho autonómico conllevaba progreso; fuimos los responsables de normalizar la vida política, poniendo de nuevo a andar nuestra autonomía tras el descrédito de los años 80; fuimos los primeros en afrontar un cambio estructural asumiendo nuestros retos y nuestros problemas, y hemos demostrado, en 15 años de gobierno, que somos capaces de crear estabilidad y de actuar con total lealtad a los pactos firmados, para seguridad de los ciudadanos".

Autonomía e integración en España y Europa

Por otro lado, la ponencia se pronuncia a favor de la reforma del Estatuto de Autonomía, con el fin de adaptarlo a las modificaciones que se han producido en la sociedad española y no quedar al margen de la modificación generalizada que se está produciendo en el resto de las comunidades autónomas, la cual "está condicionando de manera relevante la definición misma del Estado de las Autonomías y puede generar diferencias jurídicas, económicas y financieras" entre unas regiones y otras, en perjuicio de Cantabria.

Al mismo tiempo, propone el "desarrollo completo" del texto vigente, con la puesta en marcha de instituciones como el Defensor del Pueblo, "vigilante del respeto de los derechos y libertades de los ciudadanos y especialmente necesario en una situación difícil como la actual".

Junto a la integración interior, Rafael de la Sierra destaca también como objetivo del PRC la integración de Cantabria en España y en Europa, porque "la defensa del derecho de autogobierno y las iniciativas para profundizar y desarrollar el nivel de autonomía no impiden reconocer, con la misma naturalidad y convicción, la pertenencia a España y la participación en los problemas comunes y la apuesta por una auténtica Unión Europea que defienda a los ciudadanos".

En este contexto se enmarca tanto la apuesta por concurrir a las elecciones generales para garantizar "representación independiente" de Cantabria en las Cortes Españolas, como la participación de la Comunidad Autónoma en las instituciones europeas y en los procesos de creación de la normativa comunitaria y de su puesta en ejecución y control.

Fortalezas y debilidades

La ponencia del vicesecretario general incluye un análisis de las principales fortalezas y debilidades que pueden condicionar los objetivos más inmediatos del PRC. Entre las primeras, subraya la independencia en la toma de decisiones, "una ventaja fundamental respecto a otras formaciones políticas"; "la austeridad, la rectitud y la cercanía en la gestión de los intereses públicos"; "el gran equipo humano" que constituye la base del partido, la "presencia activa" de jóvenes regionalistas, la unidad interna y la participación en los nuevos modos de comunicación a través de Internet y las redes sociales.

Respecto a la unidad interna precisa que el partido cuenta con una organización "coherente" y "cohesionada", capaz de "compaginar la discrepancia con la coincidencia en los objetivos y las estrategias fundamentales", aunque también señala que la ambición de convertirse en la formación de referencia en Cantabria aconseja "adecuar" esa organización, creando nuevos modos de relación entre cargos públicos y orgánicos y estableciendo adecuados sistemas de asesoramiento técnico y político para apoyo a los cargos públicos y representantes que lo necesiten.

Con este fin, propone la convocatoria de un Congreso Extraordinario en el plazo de un año, con la finalidad exclusiva de adaptar el PRC a su nueva etapa, "adoptando las modificaciones que sean necesarias a nivel organizativo y estatutario para garantizar el buen funcionamiento de un partido maduro, masivo y de referencia en Cantabria".

En cuanto a las debilidades, menciona las dificultades derivadas de la crisis económica, pese a que los indicadores de Cantabria son "mejores que los de la mayoría de las Comunidades Autónomas, sobre todo en el área del endeudamiento, el crecimiento, el paro y las políticas sociales". También apunta el riesgo de "sufrir un deterioro" en la imagen de buena gestión, "debido a que en muchas ocasiones nos vemos involucrados en decisiones de carácter general o de Estado que a veces no compartimos y que tampoco comparten muchos de nuestros votantes", pero ante las cuales se debe "mantener una actitud de respeto en base a la lealtad institucional a que obligan los pactos firmados".

"Estamos en condiciones de dar el salto hacia la hegemonía electoral, porque el Partido Regionalista ha demostrado con su gestión y su honradez que es posible una Cantabria diferente. El espacio electoral existe y también el político, porque nuestra diferencia, nuestra particularidad no sólo se muestra en un programa, que puede ser más o menos coincidente con el de otras fuerzas, sino en la conciencia y en la defensa de la identidad cántabra y en los principios que caracterizan nuestro modo de gobernar", concluye Rafael de la Sierra.