El PRC asegura que la propuesta de adjudicación de Valdecilla confirma “un gravísimo error del Gobierno que costará 760 millones a todos los cántabros”

Cree que la privatización de servicios “ahondará el deterioro que ya sufre la sanidad” y reducirá el servicio público “en beneficio de un modelo privado”

Noticias PRC 8 Noviembre 2013

El Partido Regionalista de Cantabria ha valorado la propuesta de adjudicación del contrato de Valdecilla a la empresa Ferrovial-Siec como “la confirmación de un gravísimo error del Gobierno, que costará a los cántabros 760 millones de euros e hipotecará las cuentas de la Comunidad Autónoma durante los próximos 20 años”.

El PRC ha reiterado de este modo su rechazo al modelo elegido por el Gobierno Regional para que una empresa privada finalice las obras de remodelación del hospital a cambio de la privatización de los servicios, una fórmula que a su juicio “ahondará el deterioro que ya sufre la sanidad cántabra, al reducir el servicio público en beneficio de una gestión privada que ya se está realizando en otras regiones con pésimos resultados para los ciudadanos”.

Asimismo y además de considerar “irrelevante” la reducción del 0,1 por ciento conseguida en el precio máximo de licitación, ha reafirmado sus “recelos” ante un contrato al que sólo ha optado una empresa y que supone “la apertura de un camino peligroso, muy complicado desde el punto de vista financiero, que suscita serias dudas en lo jurídico y que, encima, resulta muy caro”.

El PRC cuestiona además que este sistema sea el más rápido para finalizar las obras, frente a la adjudicación directa con la financiación de 200 millones de euros comprometida por el Estado “y sin ningún coste para los cántabros”.

“Mucho nos tememos que el presidente de Cantabria está decidido a liberar a Rajoy de su compromiso y a hacer que sea la región quien pague ya no sólo las obras, sino también la privatización de unos servicios que nunca deberían dejar de ser públicos”, ha agregado.

Por todo ello, los regionalistas anuncian que su labor a partir de ahora se volcará en “un seguimiento minucioso de la concesión, que seguramente confirmará lo equivocado de una solución que va a poner en juego la calidad del servicio público sanitario que hasta la llegada del PP al Gobierno había sido santo y seña de esta región”.