El primer pleno ordinario de la legislatura, celebrado ayer en el Parlamento de Cantabria, ha puesto de manifiesto la nula disposición del Partido Popular a cumplir sus compromisos electorales, comenzando por la promesa de su líder, el actual presidente regional, Ignacio Diego, para cambiar la Comunidad Autónoma en 100 días. Este compromiso, divulgado y reafirmado por Diego hasta la saciedad en vísperas de las elecciones autonómicas del pasado mes de mayo, fue ninguneado ayer por el diputado Luis Carlos Albalá, quien llegó a asegurar que una promesa de esas características "no se le ocurre ni al que asó la manteca".

Albalá respondía con estas palabras al portavoz del Grupo Parlamentario Regionalista, Rafael de la Sierra, quien en su defensa de una proposición no de ley para garantizar el mantenimiento de las políticas sociales y las inversiones públicas puso de manifiesto que, a día de hoy y a escasos 20 días de que venza el plazo de 100 fijado por Diego, el PP no ha cumplido ni una sóla de sus promesas.

En su respuesta a De la Sierra, y en un alarde de sinceridad poco habitual ante los adversarios políticos, Albalá puso en cuestión la gran promesa electoral de su jefe de filas y confirmó que, una vez conseguida la mayoría absoluta, el Gobierno presidido por Diego no tiene ni intención, ni voluntad de cumplir los compromisos asumidos.

De hecho, y a pesar de todas sus declaraciones públicas a favor del Estado del Bienestar y la reactivación económica, el Grupo Parlamentario Popular impidió con sus votos la aprobación por el Parlamento de la propuesta presentada por el PRC para garantizar la continuidad de las políticas sociales existentes hasta el momento en Cantabria y el mantenimiento de las inversiones públicas.

Revilla pregunta por el AVE y Diego se enfada

Por otro lado, el Pleno del Parlamento cántabro también fue testigo ayer del enfado de Ignacio Diego, quien llegó a declararse "ofendido" por que el presidente del Grupo Regionalista, Miguel Ángel Revilla, le preguntó por su compromiso con el Tren de Alta Velocidad Santander-Madrid y las medidas que está dispuesto a llevar a cabo para lograr que el Estado lleve a cabo este proyecto.

Aunque tendió la mano del PRC y ofreció todo su apoyo para que Cantabria no sea la única Comunidad Autónoma de la Cornisa Cantábrica sin AVE, Revilla sólo recibió aspavientos y rechazos del presidente regional, quien no expresó ningún compromiso con la obra.

El Grupo Parlamentario Regionalista también planteó en el pleno varias preguntas sobre los programas de Formación Profesional, el impago por el Gobierno de becas de guardería aprobadas y consignadas presupuestariamente y el compromiso para poner en marcha un servicio de pediatría y partos en el Hospital Sierrallana. En todos los casos, el Ejecutivo eludió una respuesta clara y se escudó de nuevo en la mala situación económica para justificar su inacción y demorar las soluciones en el tiempo.