El portavoz del Grupo Regionalista, Rafael de la Sierra, ha asegurado que el Grupo Popular sufre “un ramalazo autoritario preocupante desde el punto de vista democrático”, tras su intento de impedir la intervención de los grupos políticos en la comisión parlamentaria donde comparecerán el próximo 27 de marzo los secretarios generales de UGT y CCOO, María Jesús Cedrún y Vicente Arce, respectivamente, para informar de su postura acerca de la reforma laboral y de la huelga general convocada para el día 29.

A su juicio, la pretensión del PP de evitar que los grupos intervengan en una comisión parlamentaria es tan “absurda y descabellada” que debería ir al “Guinnes”.  “Quieren vulnerar el Reglamento y encima amenazan diciendo que si actuamos de acuerdo con las normas establecidas nos vamos a enterar, es increíble”, ha lamentado.

Además de preguntarse “qué idea tienen del Parlamento” los actuales representantes del Partido Popular, el portavoz regionalista ha censurado que hagan del “enfrentamiento y el insulto” la norma de su actuación, en un intento de “cambiar las reglas del juego” e “impedir que los grupos y los ciudadanos se centren en lo realmente importante”.

En este sentido, ha recordado que los parlamentarios “han intervenido siempre en todas las comisiones”, incluidas aquellas en las que han comparecido personas ajenas a la Cámara, como el rector de la Universidad o la fiscal general, e incluso en una anterior comparecencia de los sindicatos, que tuvo lugar en 1996, con motivo de la tramitación de la reforma del Estatuto de Autonomía aprobada en 1998.

“Nunca en la vida se ha dado en este Parlamento una comparecencia en una comisión en la que no se haya dado la posibilidad de que hablen los parlamentarios”, ha recalcado.

Para el portavoz regionalista, la pretensión del PP de modificar el funcionamiento reglamentario de las comisiones con motivo de la comparecencia de los líderes sindicales se debe a que se encuentra “incómodo” ante la reforma laboral aprobada por el Gobierno de España, la considera “excesiva” y no quiere que se escuche a quienes “mantienen una postura crítica y constructiva, que coincide con lo que piensa la inmensa mayoría de los ciudadanos”.

Asimismo, ha destacado que los recientes insultos del presidente de Cantabria, Ignacio Diego, a los parlamentarios, a los que llamó “tíos sin dignidad ni vergüenza”, evidencia esa “incomodidad” del PP frente a quienes discrepan con sus posturas, pese a que “ése es precisamente el papel que le corresponde a la oposición”. “Les gustaría que todos estuviéramos aplaudiendo permanentemente”, ha concluido.