El pasado sábado, como cada primer sábado del mes de mayo, se celebró la Rogativa de Nuestra Señora de Valverde, en la localidad valluca de Santa María de Valverde. Según nos señalaba uno de los alcaldes del Común de Valdelomar, y alcalde Mayor del citado común, Jaime Calderón, esta edición ha contado con una gran afluencia de devotos y curiosos, superando el centenar de personas, a pesar de la amenaza de lluvia que estuvo presente todo el día.

Los actos, a los que acudieron, el alcalde de Valderredible, Fernando Fernández, acompañado por otros miembros de la corporación municipal, comenzaron con la tradicional Misa en honor a la Virgen de Valverde, que en esta ocasión estuvo co-oficiada por varios sacerdotes invitados, que acompañaron al párroco, Julián Berzosa. La misa estuvo cantada por el coro de Polientes. A continuación, se procedió a la tradicional procesión de la Virgen llevada en andas por los alcaldes del Común de Valdelomar, y en esta ocasión precedida por la Banda de Gaitas de Cantabria, que ponía el paso a la misma. Finalizado el recorrido, y previo a entrar de nuevo al templo, se rezó la salve y se dio lectura a un poema por parte de una vecina, como se ha hecho desde tiempos inmemoriales, acto que los devotos “viven con gran emoción”, señalaba Calderón. Tras lo cual, todos los presentes se trasladaron al patio frente al centro de interpretación del rupestre, donde se ofrecía un vino español.

La Virgen de Valverde es la patrona del Común de Valdelomar y Cezura, que lo forman el citado pueblo palentino y los cántabros Castrillo de Valdelomar, Santa María de Valverde, San Martín de Valdelomar y San Andrés de Valdelomar, cuyos vecinos se encargan de organizar esta festividad, conocida como “La Rogativa”, que celebran desde tiempos inmemoriales, explicaba Jaime Calderón, quien también es alcalde de Santa María de Valverde. Además, apuntaba, la devoción de la gente de estos pueblos, y de otros cercanos, es muy fuerte pues ocurrió que, en 1953, con motivo de una larga sequía, se sacó la Virgen en procesión, pidiendo por las necesitadas lluvias, y antes de regresar al templo ya estaba lloviendo.