En esta parcela se han mezclado residuos de construcción y demolición, con tierras, cristales, aceros, maderas, cartón, plásticos e incluso algún que otro residuo peligroso. La constancia y perseverancia de nuestro grupo municipal ha hecho recapacitar al Equipo de Gobierno y de momento no se están efectuando más acumulaciones.

Resulta curioso el incumplimiento de la normativa medioambiental vigente, dado que por una parte el Consistorio obliga a cumplirla en las licencias de construcción que otorga, mientras que ellos en sus propias obras no la han cumplido.

La falta de respeto y cumplimiento por parte de nuestras autoridades ha sido flagrante: no se han pedido las licencias a la Consejería de Medioambiente, se han mezclados residuos de distintos tipos, no se dispone de la documentación necesaria por parte de los Gestores autorizados, etc.

Aún así, tanto el alcalde  como el portavoz socialista municipal han negado esta realidad en los distintos medios en los que tienen oportunidad de intervenir; sobretodo en la radio, acusando  al PRC de catastrofistas  y adjetivos similares.

Desde el PRC de Colindres lamentamos el atrevimiento y la osadía de estos dirigentes dado que estos continuos quebrantamientos de la normativa medioambiental, no hacen sino manifestar claramente su falta de preocupación e incapacidad técnica en este asunto tan fundamental. Todo ello, con el agravante de que los terrenos de La salinera se encuentran dentro del ámbito territorial del Parque Natural de las Marismas de Santoña, Victoria y Joyel.

La esencia que nos queda como oposición, es que si no hubiéramos actuado se habrían seguido acumulando vertidos ilegales, teniendo en cuenta que el equipo de gobierno del Ayuntamiento (PSOE) deben dar ejemplo como administradores de lo público que son, ya que luego exigen lo que ellos,  no cumplen.

Por último, estaremos expectantes ante los siguientes pasos que debe realizar el Ayuntamiento, siendo los mismos la retirada de todos los vertidos, así como la restauración de los terrenos a su estado anterior.  Sin duda, los paganos de toda esta grave infracción, al final, somos los propios colindreses por el pago de estos costes añadidos y por el daño producido al medioambiente.