El estudio de la fortificación de Jarramaya la sitúan entre los siglos VI al VII después de Cristo

La adscripción cronológica a tiempos tardoantiguos convierte a esta fortificación en una “singularidad”. El siguiente paso será solicitar una figura de protección que podría ser su declaración como Bien de Interés Cultural (BIC).

21 Noviembre 2017
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El presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla; acompañado por el alcalde de Torrelavega, José Manuel Cruz Viadero; los alcaldes de San Felices y Puente Viesgo: José Antonio González Linares y Rafael Lombilla; el primer teniente de alcalde, Javier López Estrada; concejales de los tres municipios y representantes de la Junta Vecinal de Viérnoles; han visitado el yacimiento arqueológico situado en la cumbre de Jarramaya, en el Dobra, en los límites de Torrelavega y San Felices de Buelna.

Previamente se les ha dado conocer el estudio de investigación y trabajos arqueológicos que, promovido por estos dos ayuntamientos, han realizado en dicho yacimiento los arqueólogos Lino Mantecón Callejo y Javier Marcos Martínez. Y, que según han anunciado, se utilizará para solicitar al Gobierno de Cantabria su consideración como Bien de Interés Cultural (BIC).

Según han explicado los arqueólogos, los resultados de los trabajos han sido “muy relevantes” para el “enriquecimiento” del patrimonio cultural y arqueológico de la Comunidad Autónoma de Cantabria dado que, además de registrarse evidencias materiales de la Guerra Civil,  la datación de una muestra de carbón extraída bajo un empedrado de la fortificación terrera ha aportado que estaríamos antes unos restos de  una fecha enmarcada entre los siglos VI al VII después de Cristo, y no de la época romana como se creía en un principio. Esta adscripción cronológica a tiempos tardoantiguos, han subrayado, convierte a la fortificación de la cumbre del Jarramaya en “una singularidad” y abre un campo de investigación sobre estos tiempos oscuros de la historia de la Comunidad Autónoma, dado que se trata de uno de los muy escasos yacimientos arqueológicos al aire libre correspondientes a este periodo.

De confirmarse su identificación como campamento de campaña militar, queda por dilucidar si se trató de un campamento de batalla o estable, se suscita según Mantecón y Marcos Callejo, una línea de investigación vinculada con las diversas campañas de hostigamiento del poder visigodo y de otros reinos por el control político de esta región cantábrica. Cabe mencionar entre otras, la “conquista” de Cantabria y la toma de la capital Amaya por el monarca visigodo Leovigildo en el año 574 o la campaña de sometimiento del rey Sisebuto (612-621), que según las fuentes llegó hasta orillas del mar, destruyendo algunas ciudades hasta sus cimientos.

Tras conocer las conclusiones del estudio el presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, ha afirmado que “es un valioso descubrimiento que podría ser un atractivo para potenciar un patrimonio en el que Cantabria es primera potencia mundial”. Por su parte, tanto el alcalde de Torrelavega, José Manuel Cruz Viadero; como de San Felices de Buelna, González Linares, se han felicitado por el resultado de un trabajo fruto de “la colaboración”.

En palabras de Cruz Viadero se confirma que el Dobra es un entorno “excepcional” y que este yacimiento se debe “salvaguardar” de cara a futuras excavaciones. Mientras que para el alcalde de San Felices se está realizando “un trabajo muy bueno para conservar una sierra que es maravillosa y muy rica en cultura”.