Vamos a empezar comentando este punto por ser el que está de más actualidad.

Hace semanas, tal y cómo venimos haciendo los dos últimos años, nuestro grupo solicitó que se ampliasen las ayudas al estudio que otorga cada año el ayuntamiento para abaratar a los padres el inicio de este difícil curso, ya que el gobierno regional del PP ha retirado todas las ayudas. Desde entonces hasta ahora se han producido una serie de acontecimientos que nos han puesto en sobre aviso.

El primero de ellos es una carta enviada por el Sr. Alcalde a los padres de los niños del colegio de La Cavada, en la que habla textualmente de ayudas “a todas las familias que llevan a sus hijos al colegio de La Cavada”. Cuál es nuestra sorpresa cuando vemos el anuncio oficial de la convocatoria de ayudas y éstas van dirigidas a los niños empadronados, dejando, además, fuera a los niños de dos años. Ya no son todos. Al preguntarle por esto, nos dice que fue decisión de los profesores del colegio dejar fuera a los alumnos de dos años. Y que fueron estos los que prepararon de su mano mayor la segunda y polémica carta que han recibido los padres, la que explica cómo se debe de hacer la “compra en diferido” de material escolar.

A nosotros nos extraña mucho. Pero es que todavía tenemos que aguantar las lindezas de sr. Alcalde cuando nos echa en cara que “tan listos que sois y no se os había ocurrido a vosotros”. Pues no, a nosotros que fuimos pioneros en la concesión de ayudas al estudio en este ayuntamiento, no se nos habría ocurrido tal despropósito.

Hasta ahora él lo había tenido fácil, cortando y copiando las convocatorias que nosotros habíamos dejado hechas, pero cuando le toca renovar y actualizar las ayudas arma el lío padre. Todo esto se hubiera solucionado fácilmente si desde el ayuntamiento se hubiese optado por comprar  el material escolar al centro,  sin necesidad de que los padres adelantasen el dinero. O bien que el colegio comprase el material y pasase las facturas al ayuntamiento (como una subvención).

Pero es deseo de este alcalde que todos los padres pasen por el ayuntamiento a solicitar la ayuda convocada, con riesgo de que alguna factura presentada no tenga validez administrativa (en cumplimiento de la Ley de subvenciones de Cantabria 10/2006 de 17 de julio).

Está claro que las cosas se han hecho mal, muy mal. Sin consultar y perjudicando a los padres, muchos de los cuales a día de hoy no entienden tanta complicación. Al margen de toda esta polémica quedan los alumnos empadronados que cursan estudios en otros colegios. Estos simplemente tienen que presentar las facturas de libros de texto y material escolar.