La Sanidad no se vende, se defiende

30 Junio 2014
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    Pedro Diego Hoyo, portavoz PRC en el Ayuntamiento de Laredo

La Sanidad es uno de los derechos más importantes que tenemos en España. El Partido Regionalista de Cantabria quiere y defiende una sanidad pública, de calidad, gratuita y universal para los ciudadanos de esta tierra.

Hasta ahora esa sanidad estaba garantizada, pero desde que el Partido Popular gobierna en Cantabria, la incertidumbre, con más énfasis en las últimas semanas, sobrevuela entre los profesionales y los ciudadanos cántabros.

La centralización de los servicios de Laboratorios, Anatomía Patológica, Radiología, Esterilización y Almacenes del Hospital de Laredo en el Hospital Valdecilla pone en riesgo la atención que los vecinos de este municipio y su comarca reciben hasta ahora.

No es algo que nos inventemos quienes nos oponemos a ello, sino que viene recogido en el Documento Descriptivo del Contrato de colaboración público-privado publicado en el BOC, aprobado y suscrito por el Gobierno de Ignacio Diego.

Por ello, las explicaciones dadas por la consejera de Sanidad, María José Sáenz de Buruaga, no son claras y, cada día, se muestran más enmarañadas.

Hasta ahora, había apelado a un supuesto ahorro de 17 millones de euros, en cinco años, que se ha convertido en “estimaciones” porque, como reconoció, “carece” de estudio económico que lo avale, por lo que desconocemos de dónde ni cómo lo va a ahorrar.

A esto se añade, las grandilocuentes declaraciones de nuestro presidente, Ignacio Diego, afirmando que él y su Gobierno dimitirán si se privatiza algún servicio.

Lo asegura, cuando es él, quien manu militari ha privatizado y centralizado algunos de los servicios de los hospitales comarcales de Sierrallana y Laredo.

Los cántabros deben conocer que este ‘popular’ Gobierno inició al comienzo de su mandato la progresiva centralización de los servicios de informática en el Centro de Proceso de Datos de una empresa privada, y que, en abril de 2013, se implantó el modelo de centralización en la gestión de fichero maestro de pacientes y el archivo de historias clínicas, una actuación que, para los profesionales, “entorpece su trabajo”. No lo decimos nosotros, lo dicen quienes están a pie del cañón.

Y son, también, los profesionales quienes nos advierten de que es la empresa privada la que gestiona los programas y la resolución de incidencias, además de avisarnos de lo ocurrido en otras Comunidades Autónomas con los datos informáticos de los pacientes.

Todo esto hace que los regionalistas insistamos en la necesidad de apostar y mantener una sanidad pública y de calidad como la que ha prestado el Servicio Cántabro de Salud y, especialmente en este momento, a las ventajas de una atención descentralizada a los ciudadanos residentes en las distintas comarcas de Cantabria.

El Gobierno de Ignacio Diego y sus acólitos de partido en los municipios, como aquí en Laredo, anteponen su interés partidista al de sus vecinos, llevan tres años mirando al pasado, tratando de tapar con la técnica del retrovisor su inoperancia e ineptitud.

Pero los datos, esos que son “constatables y verificables”, muestran que este Gobierno del PP, que ha doblado la deuda pública de Cantabria e incrementado la tasa de paro por encima de la media nacional (desde finales de 2011 a finales de 2013, 14.200 parados más), se encamina hacia la privatización de la sanidad.

Esta es la realidad que escuece en el PP. Es su gestión la que duplica la deuda de Cantabria, la que incrementa el paro en nuestra Comunidad Autónoma y la que compromete a los cántabros a pagar 700 millones de euros en 20 años, cuando sólo quedaban 80 para concluir la obra de Valdecilla.

Y llama la atención que, si tan bueno es este contrato, no lo hagan público ¿Por qué no quieren que los ciudadanos lo conozcan? Quizás porque Ignacio Diego y su gobierno queden en evidencia y quede negro sobre blanco.

Es decir que la centralización está firmada para su realización a partir de la segunda mitad de 2015 y corresponderá al futuro Gobierno de Cantabria llevarlo a cabo. Saben que los ciudadanos de esta tierra no les volverán a dar la responsabilidad de gobernar y quieren hacer responsables a otros.

Mal político aquél que ni asume responsabilidades ni escucha a sus ciudadanos. Los profesionales y los ciudadanos de Cantabria, y por ende de Laredo, están diciendo bien claro que no quieren esta propuesta del PP. Los ayuntamientos nos estamos pronunciando en la misma línea e incluso ediles del PP están apoyando las mociones regionalistas y socialistas.

Señor Ignacio Diego cambie su actitud de arrancar papeles, reírse de trabajadores y pisar puros, por la de escuchar a los ciudadanos de Cantabria y renuncie a este despropósito. Si no lo hace, sea coherente con sus palabras: dimita.

            Oh Capitán…Mi Capitán!!

…mi capitán está sobre la cubierta.

            Caído, muerto y frío. (Walt Whitman)

 

Pedro Diego Hoyo

Portavoz del Grupo Municipal Partido Regionalista de Cantabria