El grupo municipal regionalista en el Ayuntamiento de Santander ha vuelto a denunciar el penoso estado de degradación que ofrece la zona de El Sardinero no solo en cuanto a limpieza y mantenimiento de sus zonas verdes sino también de su mobiliario urbano, que prácticamente se “cae a cachos”.

Para el portavoz regionalista, José María Fuentes-Pila, si bien el Sardinero durante muchos años ha sido una de los emblemas turísticos de referencia de la ciudad, a día de hoy es ejemplo de la desidia de un gobierno que mira a otro lado. “A pesar de anunciar obras de regeneración, Plaza Italia y Jardines de Piquío, la falta de mantenimiento y vigilancia han hecho que la degradación vaya a marchas forzadas”.

En este sentido, y en una reciente visita a la zona, Fuentes-Pila mostró su preocupación por el estado de deterioro que presenta el voladizo del hotel Colón, ya que “debajo del mismo están situados dos bancos y supone un verdadero riesgo para los viandantes”.

A ello se suma que aún el equipo de gobierno no ha procedido a restaurar el mapa de Cantabria ubicado en el parque de las Brisas tras haber denunciado el pasado mes de septiembre el abandono y la necesidad de que se interviniese sobre él con una pequeña restauración. Asimismo, comprobó que continúan las barandillas del paseo que bordea las playas, oxidadas, rotas y a parches, además de vacío y sucio, el estanque del Parque de Mesones.

"Si con los gobiernos de mayoría absoluta del PP, Santander crecía a dos ritmos generando una enorme brecha al convivir barrios de primera y de segunda, el pacto PP-Cs solo nos ha conducido a ser una ciudad de tercera teniendo en cuenta el nivel de suciedad y conservación", apuntó.

Para el regionalista, las calles y parques de la ciudad nunca han estado tan deteriorados como lo están ahora, “no solo la periferia como eran antes sino ahora también el centro”, convirtiendo a Santander en una ciudad descuidada y sucia.

“El mantenimiento es una cuestión de mínimos que exige la ciudadanía y este equipo de Gobierno no es capaz de dar respuesta ante su absoluta falta de atención y descuido”.

Por ello insistió en que debe recuperarse el pulso que ha ido perdiendo progresivamente la ciudad, apostando por la conservación de sus principales reclamos turísticos y revitalizando zonas de la ciudad como El Sardinero a través de un Plan de Rehabilitación tal y como lleva el PRC proponiendo desde 2015, o poner fin a los agujeros  urbanísticos que hay El Pilón o El Cabildo a través de propuestas de rehabilitación como proyectos de vivienda joven de alquiler.