El PRC de Santander será sumamente vigilante ante una posible baja temeraria en la contratación de dos autobuses eléctricos a la compañía china BYD

  • Les llama la atención que el equipo de gobierno se decline por la oferta con peor valoración técnica y una de las más caras en cuanto a costes de mantenimiento

23 Febrero 2021
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El grupo municipal regionalista en el Ayuntamiento de Santander ha anunciado que se mostrará sumamente vigilante en el proceso de adjudicación abierto para la contratación de dos nuevos autobuses eléctricos por un valor superior al millón de euros tras las manifestaciones del Concejal de Desarrollo Sostenible, César Díaz, proponiendo a la empresa china BYD como la opción más ventajosa dentro de las empresas presentadas al concurso.

 

Tras analizar el pliego de condiciones administrativas y técnicas de dicho contrato y ver las ofertas presentadas, a los regionalistas les llama la atención el informe de valoración emitido por la propia Mesa de contratación en el que se requeriere a la empresa BYD Europe, que justifique el precio ofertado “habida cuenta de que presenta una oferta anormalmente baja en su precio”, con un porcentaje de baja de un 28,2% lo que “excede del 10% de baja media del resto de las ofertas”.

 

Igualmente incide, -el informe,- que deberán de aclarar y presentar una relación exhaustiva y completa de los equipos embarcados que incorporarán a los vehículos  y  que certifiquen si la implementación de dichos equipos supone una variación (aumento) de su oferta económica.

 

Por ello el PRC no entiende como dicha empresa aparece como la candidata en dicho concurso cuando es la que peor valoración técnica de todas tiene y la cuarta empresa de las seis presentadas,  con el coste de mantenimiento más alto.

 

 

Asimismo añaden que la experiencia de estos autobuses en otros países, que ya han contado con el servicio de autobuses de BYD en sus flotas de transporte,  no ha sido nada positiva llevando incluso a tener que rescindir prematuramente su contrato por no cumplir con las especificaciones prometidas, como el caso de la ciudad de Los Ángeles, “donde la autonomía prometida era de 250km y no llegaba a 100, tenía  averías 10 veces por encima de lo normal o eran incapaces de subir pendientes cargados”.