El PRC ha celebrado hoy el cambio de opinión del presidente regional, Ignacio Diego, sobre la flexibilización del objetivo de déficit, aunque cree que pone de manifiesto que sus posturas tienen “una caducidad más corta que la que tenían los yogures” y que su Gobierno actúa “a bandazos y con cambios constantes de criterio”, lo cual genera “una enorme inseguridad en los cántabros”.

De hecho, ha reprochado al presidente su voto en contra, el 18 de marzo en el Parlamento, de una propuesta regionalista encaminada precisamente a solicitar al Estado la flexibilidad que ahora él mismo reclama.

“Parece que ni Diego, ni el PP tienen criterio, por lo que sus compromisos y su palabra no tienen fiabilidad alguna”, ha valorado.

El PRC ha recordado que el diputado del PP Luis Carlos Albalá justificó su rechazo a la petición regionalista de flexibilidad alegando que los populares no estaban “locos” y que su oposición se debía a “una cuestión de modelo económico”. “Ha bastado poco más de un mes para que el presidente de Cantabria cambie ese modelo entonces inamovible y se sume a los locos que reivindicamos la relajación del déficit”, ha precisado.

A su juicio, el cambio de postura de Diego confirma que el PRC “siempre ha estado en lo cierto” al defender que la lucha contra el déficit no puede mantenerse a costa de las inversiones necesarias para recuperar la actividad y el empleo, máxime cuando Cantabria “se pasó de frenada en 2012” al lograr una reducción hasta el 1,13 por ciento frente al 1,5 permitido, lo que supuso “dejar de invertir casi 49 millones de euros”.

Además, ha recalcado que esa “desinversión” ha salido “muy cara” en términos de caída de la licitación y recortes en todos los sectores productivos y en materias tan sensibles como la educación, la sanidad y los servicios sociales, cuyas consecuencias se evidencian “mes tras mes en las cifras de paro, que no cesan de crecer desde que el PP llegó al Gobierno”.

Por todo ello, ha asegurado que se “alegra” del cambio de Diego, por más que considere “muy preocupante” que el presidente de la Comunidad Autónoma “carezca de criterio y de ideas claras sobre la gestión de Cantabria”.

“Su actitud nos hace dudar no sólo de su competencia como gobernante, sino también de la propia capacidad de decisión de su Gobierno, atado como está de pies y manos a las órdenes de su partido en Madrid”, ha concluido el PRC.