El presidente, Miguel Ángel Revilla, se ha declarado hoy “muy optimista” respecto al futuro de Cantabria y ha avanzado los proyectos industriales que a su juicio “van a ser un antes y un después”, entre ellos la explotación de zinc en Reocín, el área logística del Llano de La Pasiega y las energías renovables.

Durante su intervención este martes en el Foro Económico de El Diario Montañés, también ha aludido a los riesgos que debe afrontar la Comunidad Autónoma, como la reforma del sistema de financiación autonómica o el incumplimiento de los compromisos asumidos por el Estado en proyectos como Valdecilla, el Campus Comillas y la financiación de la Ley de Dependencia, y ha puesto en valor las potencialidades de la Universidad de Cantabria, el puerto de Santander y el aeropuerto Seve Ballesteros. 

Revilla ha reafirmado que la industria es “una prioridad absoluta” para el Gobierno, una vez que ha logrado “reponer los servicios básicos” tras el deterioro que sufrieron en la legislatura anterior y recuperar las inversiones en educación y sanidad, además de garantizar la atención a más de 15.000 personas discapacidades e incrementar en 2.000 beneficiarios los perceptores de la Renta Social Básica.

En este sentido, ha destacado que el Índice de Producción Industrial (IPI) creció en agosto un 10,1 por ciento, el mayor incremento de España, y acumula una subida en torno al 6 por ciento desde que comenzó el año. Además, ha agregado, “hay grandes expectativas de empresas que se quieren instalar aquí”.

El presidente ha anunciado la próxima adjudicación del proyecto de extracción de zinc en la antigua mina de Reocín, donde se calcula que existen 20 millones de toneladas de un mineral de importancia creciente en el panorama industrial internacional. Este proyecto conlleva una inversión de 200 millones de euros y generará 2.000 puestos de trabajo directos e indirectos durante 20 años, además de suponer un impacto importante para la actividad del Puerto de Santander.

Otro de los grandes proyectos de futuro que ha detallado durante su intervención es el eje logístico del Llano de La Pasiega (Piélagos), una superficie de 2,6 millones de metros cuadrados “a diez minutos” del puerto de Santander, del aeropuerto, con conexión a una autovía libre de peaje y a la línea ferroviaria Santander-Madrid”.

“Esto ya está en marcha”, ha subrayado. Una vez adjudicado el PSIR, ha avanzado que estará en funcionamiento en dos años como “el gran corredor Santander-Torrelavega” y el área de crecimiento del puerto, porque en su opinión es hacia esta zona hacia donde deben crecer las instalaciones portuarias, para evitar nuevos rellenos de la bahía de Santander.

Revilla ha anunciado que diversas multinacionales “están llamando para reservar suelo” en esta área, que será –ha dicho- “la prolongación” del Puerto de Santander y le permitirá “competir con el de Bilbao y con El Musel”, convirtiéndole en “el primer puerto exportador” de coches y alcanzar el millón de unidades anuales, frente a los 527.000 de este año.

De hecho, ha asegurado que fabricante Renault “sacaría” por Cantabria toda su producción de las plantas de Valladolid y Palencia.

Banda ancha

Por otro lado, ha recordado que próximamente empezarán las obras de expansión de la banda ancha que la empresa Adamo va a llevar a cabo en toda la Comunidad Autónoma en colaboración con la eléctrica Viesgo y con una inversión de 60 millones de euros.

El apoyo del Gobierno a la industria agroalimentaria ha sido otro de los ejes de la intervención del presidente, quien ha recalcado que esta producción aporta 11 millones de euros y cuenta con 495 industrias familiares que aglutinan 6.600 empleos, generando “producciones pequeñas de calidad y mucho valor”.

Igualmente, ha apuntado a las energías renovables como otra de las apuestas de su Gabinete, porque “son el futuro” y, al mismo tiempo, “la gran asignatura pendiente”. A este respecto ha anunciado que antes de que acabe la legislatura, en mayo o junio de 2019, el Ejecutivo habrá autorizado hasta 200 megavatios de potencia.

Potencialidades

El presidente también se ha detenido en las que considera “grandes potencialidades” de la Comunidad Autónoma, la Universidad, el puerto y el aeropuerto.

De la Universidad de Cantabria ha ponderado su capacidad para captar fondos privados, su rendimiento investigador y su posición de excelencia reconocida con su declaración como Campus de Excelencia Internacional. Y junto a ella se ha referido al Instituto de Hidráulica Ambiental, donde “se hacen las previsiones de construcción de las ciudades del futuro” de “todos los países del mundo”, y al Instituto de Biomedicina y Biotecnología.

Revilla ha situado también al puerto como “un gran activo”, pese a haberse visto lastrado por la falta de inversiones del Estado en vías de gran capacidad y en conexión ferroviaria.

A pesar de ello, ha valorado su crecimiento en tráfico del 16 por ciento, el mayor de la fachada norte, y ha indicado que al aumento de tráfico Ro-Ro se quieren sumar nuevas escalas de Brittany Ferries. Para ello existe ya una negociación en marcha, encaminada a incrementar a 8 las 4 escalas semanales que existen en la actualidad.

Asimismo, ha anunciado que está “firmada” la escala de 12 cruceros este año y ha fijado en 40 cruceros anuales el objetivo a alcanzar en el horizonte de 2020.

Por otro lado, el presidente ha anunciado que la semana próxima comenzará la segunda fase de implantación de la empresa Santander Coated Solutions, que permitirá la contratación de 200 trabajadores y una inversión de 60 millones de euros.

En cuanto al aeropuerto, ha asumido el objetivo de cerrar el año con un millón de pasajeros.

“Las cosas malas”

Miguel Ángel Revilla ha incluido en su discurso una serie de cuestiones que pueden afectar negativamente al futuro de Cantabria, como la próxima reforma del sistema de financiación autonómica.

El presidente cántabro ha advertido que de imperar las tesis que plantean acometer el reparto en base a criterios de población Cantabria dejará de ingresar 312 millones de euros, por lo que ha recalcado la importancia de apostar por un sistema en el que prevalezcan criterios como la dispersión, el envejecimiento de la población y el coste real de los servicios públicos y ha reclamado “solidaridad y unanimidad”.

En segundo lugar, ha vuelto a denunciar la deuda de 90 millones de euros que sólo el año pasado acumuló el Estado con Cantabria, por el incumplimiento de sus compromisos con la financiación de Valdecilla y la aplicación de la Ley de Dependencia, la implantación de la LOMCE y la Fundación Comillas.

“Estabilidad política”

El presidente se ha referido además a los problemas políticos de las últimas semanas y ha insistido en que los problemas de los partidos “no deben nunca repercutir en los gobiernos”, ya que –ha indicado- “los ciudadanos nos exigen en primer lugar estabilidad política”.

También ha mencionado factores negativos “exógenos a la gestión del Gobierno”, como la falta de inversión del Estado en Cantabria, la cual –ha precisado- “nos quita casi un punto del PIB” e influye negativamente en el crecimiento de la Comunidad Autónoma.

No obstante, ha confiado en que el ministro de Fomento “va a cumplir con Cantabria” y “va a pagar esta deuda histórica” en materia de infraestructuras, por lo que espera que a final de año esté licitado el desdoblamiento del tramo de vía Santander-Torrelavega, un proyecto que supondrá una inversión de 160 millones y que será el primer paso que se dé en territorio cántabro hacia el Tren de Altas Prestaciones, la “última obra de infraestructura imprescindible” y que va a ser “un empuje para Cantabria”.

 INFORMA: GABINETE DE PRENSA. GOBIERNO DE CANTABRIA