Es sorprendente e, incluso, ridículo –cuando no una falta de respeto al conocimiento, pero sobre todo a los ciudadanos– tener que aguantar a estas alturas de la realidad berrinches que quieren enmudecer debates técnicos, participativos, sobre fenómenos que influyen sobre las relaciones sociales, sobre los procesos de individuación y socialización de los jóvenes.

Las pataletas políticas muestran las limitaciones y la falta de predisposición al debate co-constructivo. Con todo, resulta triste que opiniones basadas en la experiencia, como las expresadas en este mismo espacio el técnico municipal de Juventud Luis Ruiz Aja, tengan que venir a toro pasado. Habla de ‘botellón’ desde estas páginas, cuando pudo compartir y confrontar sus opiniones en un debate sereno con representantes de distintas administraciones, colectivos y asociaciones en la mesa de trabajo ‘Santander ante el botellón’: un espacio reflexivo en búsqueda de soluciones’, a la que fue invitado, como no podía ser de otro modo, el Ayuntamiento de Santander.

Por su parte, el alcalde de la ciudad, Iñigo de la Serna, habla de uso partidista de la mesa de trabajo. ¿Es partidista hacer una convocatoria global? ¿Es partidista no ya cederle el liderazgo, sino instarle a que lo asuma? ¿Es partidista una mesa de trabajo en la que participan asociaciones, colectivos, fuerzas de seguridad y cuantas administraciones así lo desean?

Es necesario un cambio de actitud en este asunto. Asumir el problema, como primer paso para abordarlo. Y admitir que las herramientas empleadas hasta la fecha no están dando sus frutos. Ésa es la única oportunidad para que en este, como en otros tantos ámbitos, comencemos a mejorar las cosas.

Todavía estoy por saber si el programa de ‘La Noche es Joven’ es un programa de ocio alternativo o un programa de reducción de riesgos. Porque de ser lo primero, no debería haber sido incluido, tal y como lo expresé, en el Plan Municipal sobre Drogodependencias. Quienes politizan estos fenómenos son quienes responden de forma airada en unos casos, demagógica, en otros, negando la realidad, promoviendo su única visión de la realidad con sesgos partidistas, como han demostrado las respuestas de los representantes del ayuntamiento.

La doble moral de quienes gobiernan es evidente respecto a los intereses de la industria licorera. Santander ha sido la referencia del absurdo cuando recibió a la regata bajo bandera Cutty Sark. El problema no es el botellón. El problema es la expulsión de los jóvenes de los espacios de poder adulto de las ciudades. Por cierto, son palabras del Dr. Domingo Comas, presidente del Grupo Interdisciplinar sobre Drogas (GID).

Los jóvenes tienen problemas. Sobre todo, su voz enmudecida por parte de quienes sacan pecho dando explicaciones sobre lo que los propios jóvenes han dicho. Consejo de Jóvenes de la UC, juventudes regionalistas, juventudes socialistas, juventudes de UGT, quisieron expresar su visión de la realidad. Eso es también oportunismo...Creo que para expresar opiniones tan partidistas, tan políticamente dirigidas, deberían haber sido expresadas en una mesa de trabajo.

Solo algunas cuestiones de interés de cara al consumo de alcohol. Alcohol y drogas. Un clásico. El alcohol queda fuera del marco de las drogodependencias. Los problemas relacionados con el alcohol y el síndrome de dependencia a alcohol son una realidad invisible. En España tenemos alrededor de tres millones de alcohólicos. El alcohol es un poderoso ansiolítico. La dependencia a alcohol se instaura fundamentalmente desde la atenuación del sufrimiento emocional como forma de automedicación. El alcohol es la única sustancia que ha demostrado capacidad para generar daño estructural en la corteza frontal. El impacto sobre la estructura familiar, sobre la actividad profesional y laboral tiene unas dimensiones económicas muy significativas.

Sr. alcalde, Sr. Ruiz Aja, a través de sus palabras tengo que entender que la creación del Plan Nacional sobre Drogas en 1985 no fue una decisión política. Que el Plan Regional de Drogas de Cantabria no es una estructura con gestión política, que el propio Plan Municipal sobre Drogodependencias es una reunión de amiguetes que cambian impresiones sobre lo divino y humano y que nada tiene que ver con este asunto de la política tan defenestrado.

El discurso de las capacidades de los jóvenes es en lo que vengo trabajando desde hace varios años. Reducir riesgos es una obligación de políticos y técnicos. Hablar de las familias sin ningún criterio es no decir nada, es no entender la evolución de los propios sistemas familiares en un contexto cambiante y complejo. Y definir la prevención como charlas en los colegios es, simplemente una aberración técnica desde el punto de vista de la Nueva Salud Pública. A los jóvenes hay que darles voz. Ustedes hablan por ellos; yo les doy la palabra si la quieren utilizar.

Solo recordarle al alcalde y su equipo una cosa más: hace más de un año que le pedimos que liderara esa mesa de trabajo. Eso es una oportunidad, no oportunismo. El fenómeno de las drogodependencias es complejo aunque efectivamente no sea el mayor problema de los jóvenes en este momento. Pero ante la situación en la que nos encontramos, en la que se encuentran los jóvenes de este país, de esta región, de esta ciudad, ante la desesperanza que se instala a través de la agenda política del gobierno nacional, regional y local, empezamos a observar un incremento del consumo de drogas, legales e ilegales, posiblemente para aliviar la angustia de un futuro tan incierto que se vive sin esperanza. Y entonces, a los jóvenes, se les habrá añadido un problema más. Por último, convocaré una segunda mesa de trabajo... Por favor, no falten.

JOSÉ Mª FUENTES-PILA ESTRADA

CONCEJAL DEL GRUPOMUNICIPAL REGIONALISTA

EXPERTO EN DROGODEPENDENCIAS