El portavoz del Grupo municipal regionalista, José María Fuentes-Pila, ha afirmado hoy que la gestión del Escenario Santander por parte del equipo de Gobierno es “la crónica de un fracaso anunciado”, después de que se haya conocido que una única empresa ha optado a gestionar ese espacio, pese a que, según el edil, las condiciones son “mucho menos exigentes que las de otras iniciativas de este estilo, con un canon de 250 euros al mes y la exención de los gastos de agua, luz y calefacción, que correrán a cargo del Ayuntamiento”. 

Fuentes-Pila ha opinado que esta escasa concurrencia “habla por sí misma” y demuestra, una vez más, que el equipo de Gobierno actúa “desconectado de la realidad”. “Han creado un cascarón vacío de contenido que, tras la renuncia a su gestión pública, descubrimos que tampoco es de interés para el sector privado”, ha opinado Fuentes-Pila, para quien ese “canon irrisorio y las condiciones de pliego demuestran que lo único que quiere el alcalde es soltar lastre”.

En este punto, ha recordado que el PRC estuvo siempre en contra de la privatización de este espacio que costó unos cinco millones de euros y que vuelve a poner de manifiesto “una preocupante falta de previsión”. “Es necesario que este equipo de Gobierno cambie el orden de los factores: que primero identifique las necesidades de la ciudad y luego proyecte las infraestructuras, no crearlas para acabar preguntándose con qué llenarlas”, ha enfatizado.

Fuentes-Pila cree que este “desaguisado” es fruto de la actuación unilateral del equipo de Gobierno y defiende la necesidad de que estas inversiones tan elevadas “lleven  aparejados proyectos culturales consensuados y evaluables”. En este sentido, defiende que Santander ya cuenta con una herramienta para este fin, el Foro de la Cultura.

Por otra parte, el portavoz ha recordado que desde el equipo de Gobierno se ha aludido a otras iniciativas de espacios culturales con gestión público-privada, como el ‘Hangar’, en Burgos, cuando la realidad es que las condiciones de explotación “no tienen nada que ver”. Así, ha explicado que mientras aquí se exige un pago único de 6.000 euros, “a razón de 250 euros al mes durante los dos años de vigencia del contrato”, en Burgos la oferta de la empresa finalmente adjudicataria le compromete a invertir 250.000 euros anuales en programación artística y otros 38.000 para la adquisición y renovación del material, además de una inversión inicial de 33.000 euros.

Otra “diferencia importante”, sostiene el concejal, es que para la gestión del centro burgalés, inaugurado en 2009, y pese a que el pliego era mucho más estricto que en Santander, se presentaron cuatro ofertas, mientras que aquí “este proyecto sólo ha resultado atractivo para una empresa”.