El Partido Regionalista de Cantabria ha recomendado hoy al presidente del PP, Ignacio Diego, que se centre en resolver “la debacle” que sufre su propio partido “tras perder 7 diputados y buena parte de las alcaldías de la región” y “no se entrometa” en la formación del nuevo Gobierno.

El PRC ha respondido de este modo a las críticas realizadas ayer por el popular contra el pacto de gobierno entre regionalistas y socialistas, del cual “habla sin saber y por eso se equivoca al augurarle debilidad e inestabilidad”.

“Nadie tiene hoy en Cantabria un liderazgo más débil e inestable que el propio Ignacio Diego al frente del PP, después de haberlo conducido al más estrepitoso de los fracasos electorales y de haber defraudado todas las expectativas de los cántabros que en 2011 le concedieron su confianza para gobernar con mayoría absoluta”, ha asegurado.

De hecho y en estas condiciones, el PRC cree que “haría bien en plantearse dimitir, por vergüenza y dignidad, o al menos poner su cargo a disposición del partido al que ha conducido a uno de los peores resultados electorales de su historia”.

A su juicio, el dirigente popular “no está legitimado en este momento para dar lecciones políticas a nadie y mucho menos para juzgar la composición del nuevo Gobierno, que ni siquiera está constituido, cuando el suyo ha sido el más nefasto de los conocidos hasta el día de hoy en la Comunidad Autónoma y de una incompetencia imposible de superar, como muy bien han valorado los cántabros al retirarle su confianza”.

Igualmente, considera que “tampoco” se encuentra en condiciones de “cuestionar negociaciones ajenas, sobre todo después de que toda Cantabria haya asistido a su propia incapacidad para dialogar con nadie, ni a nivel autonómico, ni a nivel municipal”.

Finalmente, el PRC ha garantizado que su presencia en él y la presidencia de Miguel Ángel Revilla son “una garantía absoluta de la estabilidad y la solidez” que distinguirán al futuro Gobierno, “como ha ocurrido siempre que los regionalistas han tenido esta responsabilidad, tanto con el PSOE como con el PP, e incluso en un Ejecutivo en minoría, como el que tuvo Cantabria entre 1995 y 1999”.