EL PRC pide incrementar la seguridad de los ciclistas y valorar los cambios en la circulación que conllevará el Metro-TUS

Los regionalistas presentan sus sugerencias al Plan de Movilidad Ciclista de Santander

11 Mayo 2017

El Grupo municipal regionalista ha presentado sus sugerencias a la redacción de Plan de Movilidad Ciclista en Santander, encaminadas principalmente a incrementar la seguridad de los ciclistas en sus desplazamientos por la ciudad, establecer “bases claras” en los espacios compartidos por ciclistas y peatones y a tener en cuenta los cambios en la circulación que conllevará el proyecto del Metro-TUS.

Así lo ha explicado el portavoz del Grupo, José María Fuentes-Pila, para quien esta normativa es “esencial”. “Ya en 2010 pedimos al equipo de Gobierno la redacción de una Ordenanza”, ha recordado el regionalista, para quien “es una buena noticia” que Santander vaya a contar “por fin” con una herramienta que permita regular el uso responsable de la bicicleta en el casco urbano y que, paralelamente, defina los derechos y obligaciones de ciclistas y peatones, así como las responsabilidades en caso de conflicto. “Hoy por hoy tenemos un vacío legal con el que es necesario acabar”, ha dicho al respecto.

Entre otras sugerencias, los regionalistas piden tener en cuenta las consecuencias que el proyecto del Metro-TUS tendrá en el caso urbano. Así, apunta Fuentes-Pila, en la redacción propuesta se prohíbe la circulación de las bicicletas y ciclos en los carriles reservados al transporte público, excepto en aquellos tramos que autorice expresamente el Ayuntamiento.

Esto supone, prosigue el regionalista, que un tramo con carril-bus los autobuses urbanos circularían por el carril situado más a la derecha y los vehículos particulares a la izquierda. “Esto deja a los ciclos y bicis justo en medio, sin, a priori, ninguna separación física, en una especie de sándwich que es un peligro potencial imposible de asumir”, dice el regionalista.

Por ello, una de las propuestas pasa por permitir que las bicicletas puedan circular por los carriles reservados al transporte público. Otra posibilidad, apunta Fuentes-Pila, sería el establecimiento “algún tipo de separación física”. “Lo que queremos es que se analice y se busque una solución adecuada, que garantice la máxima seguridad para los ciclistas”, ha resumido.

Por otra parte, sugieren también que el Ayuntamiento procure por sí mismo y mediante acuerdos con otras instituciones la existencia de suficientes aparcamientos de bicicletas, especialmente en lugares próximos a centros administrativos, laborales, comerciales, sanitarios, educativos y de ocio, así como la vigilancia policial sobre los mismos.

Además, piden que los ciclistas puedan llegar al aparcamiento de bicicletas sin desmontarse de las mismas incluso cuando éste esté situado en aceras o vías peatonales –por no ser posible su ubicación en la zona destinada a aparcamiento de vehículos- e incrementar la velocidad máxima permitida en los carriles bici.