El Grupo municipal regionalista de Santander ha calificado de “absoluta falta de respeto” y de “antidemócrata” la postura tomada  por el alcalde para decidir e imponer una solución sobre el futuro del sector comercial de la ciudad a raíz de la inclusión de Santander como zona de gran afluencia turística,  “a espaldas del pleno y después de año y medio de silencio”. Asimismo  añaden que dicha decisión va a suponer la “puntilla final para un sector que languidece”.

El portavoz regionalista, José Mª Fuentes Pila, ha mostrado su perplejidad al conocer que la decisión de libertad horaria comercial del 15 de julio al 15 de septiembre para Santander fue anunciada a los medios de comunicación  horas después de celebrase el pleno, cuando debiera de haber sido en dicha sesión y aprovechando el debate sobre este asunto.  “El alcalde tenía que haberse pronunciado al respecto ante el resto de los miembros de la corporación, como así se lo instamos, y ante los propios comerciantes puesto que el pleno de ayer suponía dar una respuesta a los comerciantes de Santander, posicionarse en defensa de un tejido productivo que está agonizando hace tiempo”.

Para Fuentes-Pila, la libertad de horarios no es ni el mayor ni el único problema del pequeño comercio, “si una dificultad más que se suma a los múltiples problemas de los autónomos, familias que vienen y se desvelan por mantener la persiana levantada, por mantener puestos de trabajo de empleados que en muchos casos llevan más de 20 años trabajando en los mostradores. No es una visión catastrofista, es sencillamente la realidad de un buen número de familias que mantienen de forma heroica sus comercios en todas y cada uno de los barrios de Santander”.

El portavoz regionalista insiste que en esta medida lo que conllevará es el posible cierre del pequeño comercio lo que “puede dinamitar el futuro de  una parte de la ciudad”, ya que las grandes superficies no necesitan el apoyo de nadie sino el pequeño comercio con fórmulas que permitan disminuir la falta de expectativas.

“No podemos mantener Santander con unas cuantas franquicias poderosas porque no son asentamientos comerciales que se identifiquen con la realidad de los ciudadanos”.

En este sentido, el portavoz apuntó que, desde inicio de legislatura tras haber testado la realidad del sector, comercio a comercio,  los regionalistas hemos insistido en la imperante necesidad de una estrategia de apoyo al comercio, que iría desde un reacondicionamiento de los  precios de los alquileres de los locales comerciales en Santander ya que “a día de hoy son escandalosos”;  unas medidas más permisivas para poder solicitar créditos puesto que “es casi misión imposible obtenerlos ni para renovar ni reformular los negocios ni generar nuevos”; una política cultural atractiva para el visitante que “le conecte con la red comercial”; una marca de ciudad en la red que favorezca la potencia del comercio, puesto que “actualmente no existe”; una política de cruceros efectiva ya que “la que hay ha sido un auténtico fracaso turístico en términos de rentabilidad comercial”; una reducción de la presión fiscal sobre el pequeño comercio y un eje de mercados diferencias barrio a barrio.

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