El PRC advierte que Santander dejará de ser “gran ciudad” en 2016

Fuentes-Pila apunta que el languidecimiento de la ciudad es “insoportable” y urge a “grandes acuerdos”

21 Julio 2014

El PRC de Santander ha alertado sobre el languidecimiento generalizado de la ciudad incidiendo que, de seguir este ritmo, la ciudad estará por debajo de 175.000 habitantes en apenas dos años, el límite que fija la Ley de Régimen Local para que un municipio sea considerado como “gran ciudad”.

Los regionalistas apuntan que de producirse tal circunstancia, “sólo la voluntad política del Parlamento de Cantabria podría reconducir la situación”. Los regionalistas han sacado la serie histórica de población desde que se modificara la Ley en 2003, habiendo pasado de 183.799 habitantes de enero de ese año a 177.123 a comienzos  de 2013.

El portavoz de los regionalistas en Santander, José Mª Fuentes-Pila, ha señalado que la ciudad ha perdido, en esa serie, el 3,63% de población siendo el ritmo de pérdida de los últimos seis años de un 0,43% de media anual, lo que quiere decir que en enero de 2016, cuando la ciudad aspiraba a ser la capital europea de la cultura, Santander podría estar por debajo del umbral de 175.000 habitantes. “Si esto pasara, y ritmo lleva de ello, Santander debería reestructurar la organización y funcionamiento de la ciudad a todos los niveles, empezando por el ámbito interno –desaparición de la Junta de Gobierno y normas de funcionamiento del Pleno- y otras reformas de cara al exterior, como los mecanismos de participación ciudadana y la división territorial en distritos que, en teoría, garantiza un porcentaje de recursos mínimos para cada distrito”.

Asimismo añade que para evitar la salida del “club” de las grandes ciudades, “el Parlamento cántabro debería legislar en ese sentido, pero siempre quedaría al albur de la composición del legislativo y de los vaivenes políticos, algo nada aconsejable pues perderían los ciudadanos”.

Por tanto, los regionalistas consideran que la única solución viable es la reconducción de las políticas municipales y el establecimiento de grandes acuerdos que frenen el languidecimiento socio económico de la ciudad y frenar así la sangría constante de población. “Por poner un ejemplo, bajo el mandato De la Serna se ha generado  una media cercana a los 20 parados diarios, el IBI ha aumentado una media del 75%, el agua y alcantarillado sufren subidas constantes, el cierre de comercios está a la orden del día y la incapacidad para desarrollar las grandes obras públicas prometidas  -frente marítimo y soterramiento de las vías de tren- es una realidad sonrojante. Es evidente que así no podemos seguir”, concluyó el portavoz regionalista.