El Alcalde evidencia su ausencia de interés por las polí­ticas de ocio y tiempo libre juvenil.

Después de 5 años, todo sigue igual respecto a los conflictos originados por el botellón. Y Fuentes-Pila pide soluciones ya.

3 Febrero 2012
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El alcalde de Santander pone  en evidencia su falta de sensibilidad  ante la realidad que  viven los ciudadanos, los conflictos que se generan en la convivencia de las personas en espacios en los que confluyen ocio y descanso.  Y desde luego, cada vez que se le pide la participación activa de los ciudadanos es como si oyera hablar del mismísimo diablo.

La paleta de colores de los despropósitos es ya un clásico. El Frente Marítimo, de nula participación, la actual problemática del aparcamiento…. Sí, pero no. La forma de hacer política de Iñigo de la Serna, basada en una mezcla entre realidad virtual, ciencia ficción y cuentos y leyendas, supone la aparición de conflictos en donde tendría que existir ya una forma de gestión adecuada, autorregulada por parte de las personas implicadas. Pero esa característica manera de hacer política desde el “como sí…”, lleva siempre a dificultades debido a la toma de decisiones ajena al consenso y, desde luego, a la realidad de los ciudadanos, muy lejos de la que el alcalde se reinventa cada día, cada vez que se toma un zumosol y ve a su primo paseando por su frente marítimo.

Y el despropósito más evidente por conflictivo cuando las cosas se desmadran: El Botellón ¿Botellón?. Debemos pensar realmente en que en esta ciudad no hay futuro para muchos jóvenes. Pero el presente se define como consecuencia de la definición que el alcalde. La ciudad de Santander, una ciudad de servicios revestida con una mantilla, llena de bordaditos con forma de sensores y un sortijón cultural que da mucha presencia  al ventanal de la propia ciudad.

En un discurso confuso en la presentación de los cubiletes de Renzo Piano, afirmó que la Capital de Cantabria es, principalmente, una ciudad de servicios, y sus actos le delatan. No hay nada en Santander que no imagine el Sr. De la Serna como parte de su discotequera visión de la realidad, ajena a las necesidades de los santanderinos.

Los vecinos están hartos de que los espacios públicos sean utilizados indiscriminadamente para el  consumo de alcohol en la vía pública.

Se echa la culpa a los jóvenes que hacen botellón. Los jóvenes están cansados de ser señalados como los culpables del caos convivencial. La policía local, imagino que esté harta de ser instigados por el ayuntamiento para que pongan denuncias. Los padres están hartos de pagar multas de hijos que no tienen otros espacios de ocio que los que la situación en lugares de mayor riesgo.

Los aspectos más preocupantes de esta situación crónica, que dura cinco años, sin que nada haya cambiado, salvo la multiplicación de consumidores de alcohol en la vía pública como consecuencia de la Ley del Tabaquismo son:

1.- Los modelos de ocio y tiempo libre juvenil en Santander son inexistentes como tales. No existe política de ocio y tiempo libre. Es más, la doble moral política se mantiene. Mientras que se persigue el consume de alcohol de los jóvenes, se favorece el consumo adulto al amparo de una desorganización absoluta en la ordenación y permisos de terrazas.

2.- No existe un equilibrio entre ocio diurno y nocturno encaminado a dar alternativas atractivas a los jóvenes de Santander. Los jóvenes no tienen voz en la ciudad de Santander. Los jóvenes repiten patrones de ocio de los adultos, y por eso son excluidos de los lugares, de los escenarios de poder de la ciudad, y eso hace que sean expulsados a las playas, se oculten en lugares donde a la vez que son menos visibles, presentan más riesgos.

3.- Desde la concejalía de Juventud podrán decirnos que unos miles de jóvenes entre los 16 y los 35 años han pasado por algún programa como “La Noche es Joven” ó “Espacio Joven” . Si después de más de diez años los cosas siguen como antes, como si nada hubiera cambiado, algo se está haciendo rematadamente mal. Si La Noche es Joven es un programa de ocio alternativo, no es un programa de reducción de riesgos, y si no lo es, no debe incluirse en las políticas del Plan Municipal sobre Drogas.

4.- La política recaudatoria del Ayuntamiento se extiende a todas las áreas de la ciudad. La actual OLA, la política de definición de terrazas, las multas por botellón… Ninguna solución, salvo la sanción. Y de paso a los agentes de la policía municipal se les mandan mensajes contradictorios desde el Ayuntamiento.

El Río Suena a rumor de gente en la calle. El Río tiene la misma melodía que la Plaza de Cañadío durante años.

El Ayuntamiento no está siendo capaz de entender la necesidad de reconducir las políticas de ocio y tiempo libre, teniendo conexiones en políticas culturales inexistentes. El Río Suena y el Sol Cultural fueron los únicos vestigios del 2016 y hoy están en el olvido de la finca privada que podríamos llamar “La Cultural”.

La red de Centros Cívicos es una quimera programática. Hoy el alcalde y sus mariachis presentarán el sortijón cultural que tardó más de 6 años en abrir sus puertas y que no es referencia cultural para nadie… O para casi nadie. Igual, después de robarnos la cartera de ideas políticas, haciendo suya la Media Maratón que le ofrecimos en 2010, se le ocurre proponer la cubierta de la Plaza Porticada. Ánimo, alcalde. Si quita la carpachonera y cubre los restos,  puede buscar financiación público privada y animarse a cubrirla. 

Todo este desbarajuste no parece importarle al alcalde mientas no le toquen sus joyas electorales que ya, sin pudor, incluye como parte del presupuesto municipal.

Exigimos soluciones, y se las damos desde el Pleno del Ayuntamiento, aunque el equipo de Gobierno sigue con otitis política cuando se trata de escuchar. La participación es algo que resulta insoportable para el alcalde.

1.- Hace cuatro meses pedimos al alcalde la convocatoria de una mesa de trabajo para repensar la realidad de la ciudad. Hoy le pedimos la convocatoria urgente en la que se vean representadas todas las partes implicadas. De no hacerlo el Ayuntamiento, la convocaremos nosotros con el único objetivo de llegar a entender las necesidades de todas las partes implicadas. Ya le pasaremos el documento  de consenso.

2.- Aprovechan la Ley de Tabaquismo para el desarrollo de programas especializados para fumadores con la colaboración del Colegio Oficial de Médicos y el de Farmacéuticos, idea que pedimos en Pleno y que tras reuniones con profesionales fue presentada al equipo de Gobierno.

3.- El desarrollo de una política de Centros Cívicos de Puertas Abiertas para promover ocio juvenil alternativo.

4.- La revisión de la Noche es Joven como programa realmente cercano a las inquietudes de los jóvenes, sobre todo aquellas más vulnerables respecto a conductas de riesgo.

5.- La definición de un proyecto joven en el Escenario Santander para renovar encuentros de los jóvenes. Cinco millones de euros no pueden quedar enterrados en un rincón del Parque de las Llamas. Si no sabe lo que hacer con ello, si no tiene dinero para mantenerlo, déselo a los jóvenes de la ciudad. Ellos sabrán cómo utilizarlo de forma óptima. Confíe en ellos por una vez.

6.-Establecer con urgencia una ordenanza sobre terrazas que determine qué espacios son de todos; así pues, puede plantearse la necesidad de crear espacios de ocio juvenil que legitimen a los jóvenes como miembros de la ciudad.

Los jóvenes necesitan espacios de expresión, de socialización, de convivencia, sin ser señaladas como los responsables de los conflictos nocturnos, y para eso, de momento, sólo es necesario hacer el esfuerzo de ponerse en su lugar.

Criticamos su aislamiento, su presencia en las redes sociales, las nuevas tecnologías…. Pero les negamos la calle.